Somos viajeros incluso antes de arrancar este sitio; Hace ya tiempo, durante una temporada vivimos en Liverpool, la ciudad de The Beathes. Bueno, una de las grandes ventajas de este lugar es la capacidad de acercarte a conocer la costa norte de Wales. En uno de estos viajes de descubrimiento, lo pasamos en el condado de Conwy.
Cómo llegamos a Conwy
Desde España, lo normal es llegar desde Liverpool o desde Manchester, ya que desde estas ciudades puedes llegar con las aerolíneas Lowcost, y luego acercarte en tren o en alquiler de automóvil.
En nuestro caso, utilizamos el tren, aunque no fuimos directamente, pues hicimos noche en el pueblo de origen romano de Chester. Una magnífica ciudad que conserva un aire entre victoriano y medieval.
Nuevamente, desde Chester, tomamos un tren que pasa primero por Llandudno Junction. Este punto sirve de bifurcación entre Llandudno y Conwy. Desde aquí nosotros nos desplazamos a Llandudno. Si vas en coche puedes usar las carreteras Autopista A55.
Conociendo Llandudno
Llandudno es una urbanización vacacional que vivió su época de esplendor con la reina Victoria, a mediados y finales del siglo XIX. De hecho, la mayor parte de las construcciones son de esta época, aunque interiormente, muchas están rehabilitadas.
Pero no te dejes engañar, la mayor parte de ellas son hoteles, pensiones y Bed’n’Breakfast. Evidentemente, destaca cerca del muelle el Grand Hotel Llandudno, un clásico y probablemente una de las construcciones más altas.
Nosotros visitamos la zona en temporada baja, por lo que apenas hay mucha gente, pero sí algunos. Creemos que éramos los únicos no británicos. Pero aún así, puedes comer en algunos restaurantes típicos. Sobre todo las salchichas, que estaban en todos los menú.
Al estar en el ismo de una península, esta población tiene mar a ambos lados. Mientras que a uno, es una marisma, con arenas poco compactas donde es posible pasear con las mareas bajas; por la tarde, cuando empieza a subir la marea, es un paraíso del Kitesurf. Al otro lado, la playa, no es como la entendemos en España, puesto que es una playa rocosa donde aunque puedes “tomar” el sol, sobre todo son interesantes para caminar cuando está la marea baja.
El muelle de LLanduno
Uno de los principales atractivos de esta población es el muelle. Un paseo sobre el mar que se adentra unos 700 metros mar a dentro, para llegar a una zona de kioscos, salones de juego o donde tomarte algo. Por el camino, te puedes encontrar algún puesto ambulante. Nos han contado que en temporada alta, este paseo se llena.
Senderismo
Pero, si como nosotros te gusta la naturaleza y caminar. Hay dos excursiones que puedes hacer. La primera es rodear el peñón que conforma la península de Llandudno. Sobre todo en su punta noroeste, donde te encuentras con el mar de Irlanda. Pero igualmente interesante es subir esta peña, donde puedes disfrutar de unas vistas magníficas.
Curiosidades de Llandudno
Este pueblo vacacional durante el siglo XIX atrajo a la clase alta inglesa, que querían disfrutar de un lugar pensando para relajarse. Uno de estos visitantes estacionales fue Charles Dogson. Este nombre no te dirá nada, pero si eres un amante la literatura, seguro que te sonará más el seudónimo, que era Lewis Carroll. Charles, amigo de la familia Lidell, solía entretener a la hija de esta familia, Alicia, con cuentos cuyos personajes solían ser un conejo blanco y un sombrerero loco,.. ¿A qué os suena? Pues en esta localidad nació “Alicia en el País de las Maravillas”.
Visitando Conwy
Si Llandudno es la ciudad nueva, Conwy es la ciudad medieval del siglo XIII. Edificada por Eduardo I, el conquistador de Walles, esta población se asienta en una peña que domina la desembocadura del río Conwy. Su centro neurálgico es el Castillo de Eduardo I. Una de las fortalezas construidas por los ingleses para asentar su dominio sobre el principado de Walles.
La ciudad medieval se asentó dentro de un recinto amurallado, del que se conservan bastantes paños y puertas. Su interior lo componen construcciones del siglo XIV al XVIII. Igualmente, existe un puerto deportivo y pesquero.
Al tratarse de un pueblo pesquero, junto al puerto puedes comer en algunos mesones tradicionales, con platos de pescado, aunque sigue dominando los guisos de carne con patatas.
La casa más pequeña de las Islas Británicas
Junto al puerto, y entre dos casas antiguas, se encuentra una de las atracciones de este pueblecito. La casa más pequeña de las Islas Británicas. Por el precio de 1 libra para adultos o 0,5 libras para niños, puedes visitar esta casa de llamativa fachada roja, de 3,5 metros de largo y 1,8 metros de ancho en un único piso de 1,9 metros de altura. Esta vivienda estuvo habitada hasta inicio del siglo XX.
La casa Isabelina de Plas Mawr
Otro lugar que no deberías perderte, es la visita al casón de Plas Mawr, también conocida como la Gran Mansión. Se trata de una casa del siglo XVI que prácticamente se ha mantenido inalterada, por lo que tras una restauración hace unos cuantos años, permite conocer cómo fue la vida de un rico hombre en la época de los Tudor.
En esta casa recomendamos realizar visitarla con una visita guiada o bien con una audioguía. En una primera zona, te muestras los antecedentes de la época, donde Inglaterra empieza a ser un reino importante en el panorama europeo. Después visitamos la parte inferior, donde puedes conocer las cocinas y el recetario de la época de Enrique VIII e Isabel I.
Tras esto, subiremos a las estancias superiores, donde se encuentra la zona familiar, con salones, dormitorios y zonas privadas. Un dato curioso parece ser que el señor de la casa, para mostrar su fidelidad a la casa Tudor, reyes de Inglaterra, incluyendo en la decoración en yeserías de las dos flores. La roja de York y la blanca de Lancaster, que forma el emblema de los Tudor.
También visitamos la zona de los negocios, con un despacho y un almacén; así como una zona del servicio.
El Castillo de Conwy
Y una visita a este pueblo se quedaría coja si no se incluye una visita a este castillo. Aunque parece bastante entero, este castillo se trata de una reconstrucción decimonónica. Fue muy difícil de conquistar a lo largo de su historia. Por esa razón tras la rebelión de 1642, cuando fue tomado, se destruyó para que no fuera necesaria una nueva captura en caso de un nuevo alzamiento. Así, estuvo en ruinas, atrayendo a los artistas románticos del siglo XIX que lo relataron, lo pintaron,.. hasta que tras una actuación de reconstrucción fue declarado patrimonio de la humanidad a mitad del siglo XX.
La entrada es cara, pero merece la pena visitar y subir a cualquiera de las 8 torres circulares de hasta 20 metros de altura que dominan la bahía. Además de la entrada principal, descubrimos un embarcadero privado, que podría usarse como salida en caso de sitio.
Desde el castillo puedes caminar por parte de los paños de la muralla de Conwy.
Sin uda una experiencia muy interesante y diferente a los típicos tour por el Reino Unido. ¿Y tú? Ya has estado en esta zona, ¿Qué cosas nos faltaron por descubrir? ¿Qué otras partes de Gales deberíamos visitar la próxima vez?