Si hay una ciudad que deberíais anotar en vuestros planes, ésa es sin lugar a dudas Budapest. Su tremendo potencial, su belleza y su ritmo hacen de ella un destino muy llamativo, por algo es conocida como “la Perla del Danubio”. Lo que sumado a unos precios extremadamente competitivos acentúan su atractivo como destino turístico. Pero si lo que estás buscando es una ciudad donde todos sus habitantes hablan en inglés, circulan en bicicleta y donde su vida nocturna es entre inexistente y escasa, deja de leer.
Por su posición geográfica, por Hungría han pasado innumerables pueblos. Tales como romanos, otomanos, austriacos e incluso los hunos, lo que, junto riqueza en recursos naturales de la zona, se traduce en una rica arquitectura en la que predomina el estilo neoclásico y en la que sobresale a orillas del Danubio un edificio neogótico como es el Parlamento húngaro. Además, su geografía ha propiciado que haya un gran número de baños y termas repartidos a lo largo y ancho de la ciudad que datan incluso de más de tres siglos.
Conociendo la ciudad de Budapest
Surcada por el Danubio en cada una de sus orillas se vive una realidad bien diferente que alimenta de contrastes la vida en la ciudad. En una orilla, Buda. Una ciudad principalmente medieval y monumental. En la otra, Pest. Un antiguo pueblo muy marcado tanto por la II Guerra Mundial como por el comunismo y que a día de hoy vive un florecimiento cultural de gran relevancia.
Buda
Aunque la ciudad tiene sus orígenes en la época romana, el asentamiento actual data de la época medieval, se puede visitar en parte en la ciudad amurallada de Buda. En este enclave se pueden observar los restos de antiguos edificios como la Iglesia de María Magdalena o la Iglesia de St. Mitchell, junto al Bastión de los Pescadores, un complejo arquitectónico con una de las mejores vistas de la ciudad. Pero si hay una construcción que domina Buda ésta es el Palacio Real.
La época de mayor gloria de Buda se vivió durante el Renacimiento y esta obra de gran tamaño y belleza, construida durante varias generaciones, es el mejor ejemplo. En su interior alberga uno de los más importantes museos húngaros y en ella es posible conocer muchos de los detalles más relevantes de la historia de Budapest.
En esta orilla se encuentran además las termas de Rudas, que son las más antiguas de la ciudad y que podéis encontrar frente al puente de Erzsébet. Estas instalaciones datan del siglo XVI y fueron construidas por los otomanos. Todavía se encuentran en uso y dado que muchas personas practican el nudismo en ellas se usa entre semana en días separados para hombres y mujeres. Los fines de semana pueden acudir tanto hombres como mujeres, lo que no sabemos es cómo acaba el asunto.
Frente al Palacio Real y uniendo Buda y Pest se encuentra el Puente de las Cadenas, que fue la primera de las estructuras que unió de manera permanente ambos lados del Danubio. Esta emblemática estructura llama la atención por su belleza. No podéis marcharos sin observarla por la noche desde el lado de Pest, pues veréis tanto el puente como el Palacio Real con una iluminación que os dejará muy impresionados.
Pest histórico
En marzo de 1944 los nazis tomaron la ciudad de Budapest. En ese momento comenzaron las penalidades para la extensa comunidad judía y para otras minorías locales que fueron deportadas y asesinadas. Unos meses después, se construiría el ghetto de Budapest para concentrar y facilitar el exterminio de los judíos. Tras la guerra, Hungría se convertiría en una sociedad comunista bajo la supervisión de su policía secreta que continuaría reprimiendo cualquier oposición a su ideología.
En 1956 se produjo una revolución antisoviética que fue reprimida por la URSS enviando 60.000 soldados y dos mil tanques a la capital húngara. Con estos antecedentes resulta fácil imaginar las huellas que han quedado en la ciudad.
En una visita a Pest, podemos encontrarnos tanto con la Gran Sinagoga en la calle Dohany, una de las mayores del mundo, como con la Casa del Terror en Avenida Andrássy, el museo que recoge las torturas llevadas a cabo por nazis y comunistas. Si seguís por la avenida Andrássy (la más cara de la ciudad) llegaréis a la Ópera de Budapest, otra de las más llamativas construcciones locales.
Pero si hay dos edificios que debéis ver en Pest son el Parlamento húngaro y la Iglesia de San Esteban. Ambos poseen relación con otro de los hechos históricos de mayor relevancia para la ciudad fue la revolución de 1848 en la que trataron de liberarse de los austriacos. Si bien, la revolución fracasó a la larga consiguieron una serie de reconocimientos que son la base ideológica del nacionalismo húngaro moderno.
El Parlamento fue construido tras la decisión del emperador Francisco José de convertir el Imperio Austro-húngaro en una monarquía dual. Dado que en Viena el estilo que predominaba en aquella época era el neoclásico, los húngaros decidieron construir su Parlamento en un estilo totalmente diferente y se decantaron por el neogótico.
Se trata de un edificio lleno de simbolismo donde cada detalle está elegido a conciencia para simbolizar la fuerza del pueblo húngaro y en vuestro viaje no puede faltar una visita a este monumental edificio.
La Iglesia de San Esteban es la más importante de la ciudad y al igual que en el caso del Parlamento, es un edificio lleno de simbolismo. Inicialmente, fue llamada de San Leopoldo porque los austriacos, que dominaban la zona, no aceptaron que se llamase como el patrón húngaro. Además, mide exactamente lo mismo que el Parlamento. La altura de ambos edificios es de 96 metros, para conmemorar el año 896 en el que las tribus magiares acudieron desde los Urales para fundar el reino de Hungría.
Pest actual
Pero Budapest no es sólo arquitectura recargada e historia contemporánea. La cultura en general, y el ocio en particular, poseen un importante papel en el Budapest actual y especialmente en el área de Pest.
A diferencia de la mayoría de ciudades europeas, es posible cenar fuera más allá de las 22:00 horas y por sus calles caminan algo más que fantasmas pasada la medianoche. Para tomar algo es posible elegir entre visitar el barrio judío y sus innumerables locales, hacerlo a bordo de un barco en el Danubio u optar por un local de moda como el Akuarium en plaza de Erzsébet. Pero si de verdad quieres conocer la experiencia de salir por la ciudad no puedes dejar de visitar uno de los llamados “ruin bars”, que son bares hechos en patios y casas abandonadas cuyo aspecto parece casi decante, pero en los que nada queda al azar.
El más conocido es el Szimpla, pero en Budapest hay una buena cantidad de estos locales. En esta ciudad se pueden beber diferentes tipos de cervezas o vinos, pero si hay dos bebidas típicas de ella son el pálinka y el únicum que se beben en forma de chupitos y de los que los húngaros señalan grandes propiedades medicinales.
Pero si algo llama la atención es su extensa y casi inabarcable oferta cultural. De manera casual uno puede encontrarse desde clases de baile al aire libre en la plaza de los héroes, un festival de música en cualquiera de los parques de la ciudad, ballet en la Ópera de la ciudad por menos de dos euros o eventos como el festival Sziget que se celebra en agosto y que abarca una amplia programación cultural.
La ciudad posee un elevado número de esculturas o murales artísticos que pueden sorprender mientras se camina por ella. Es aconsejable consultar la programación cultural antes de visitar la ciudad ya que podemos participar de cualquiera de los festivales de la ciudad u organizarnos para asistir a la ópera o el ballet.
Otras visitas
Sin embargo, Budapest es mucho más que la unión de las ciudades de Buda, Óbuda (la tercera y menos conocida de ellas) y Pest.
Por ejemplo, en tu visita no puede faltar acercarte a la Plaza de los Héroes y al Castillo de Vajdahunyad. Para llegar, tan sólo tienes que recorrer la Avenida Andrássy que desemboca en la Plaza. Tanto la plaza como el castillo son dos de las obras que se construyeron con motivo del milenario de la ciudad, en 1896 y durante el cual se celebró una exposición internacional en la que Hungría llevó a cabo un gran número de edificaciones e inauguraciones como la del metro de la ciudad, el segundo metro más antiguo de Europa o la construcción del funicular de la colina de Buda.
Otra excursión que os podemos recomendar en la visita a la isla de Margarita y sus jardines. La isla se encuentra entre Buda y Pest. En medio del Danubio y se puede llegar a ella y sus jardines tanto a pie como en tranvía o bus. Margarita es un lugar de esparcimiento para los habitantes de Budapest y en ella son frecuentes las actividades de ocio.
Finalmente, os recomendamos la ascensión a la colina de Gellért. Siempre y cuando:
a) No llueva ni haya nieve.
b) Tengáis una forma física aceptable.
Para ello, os proponemos partir desde el puente de Erzsébet. Ascendiendo por los caminos y escaleras, siempre hacia la izquierda y hacia arriba llegaréis a la cima, donde se encuentran la ciudadela y la Estatua de la Libertad que corona la ciudad. Podéis probar a saliros de los senderos “oficiales” os sentiréis un poco como Frank de la Jungla, pero no tengo claro que sea del agrado de las autoridades locales.
Para descender, id hacia el otro lado y podréis visitar la Iglesia de las Rocas, que se encuentra dentro de una cueva cerca de la base de la colina. Finalmente, si os habéis cansado con esta excusión, podéis ir a los baños Gellért que se encuentran frente la Iglesia de las Rocas en el hotel del mismo nombre. Si se os ha olvidado traer el bañador o la toalla no os preocupéis. Podéis comprarlo todo en los mismos baños.
Gastronomía
La economía húngara es de manera muy importante agrícola y ello se ve reflejado en una rica gastronomía de la se puede disfrutar en Budapest a precios muy asequibles. Algunos ejemplos de comida típica húngara serían el “gulyásleves” que es plato típico de Hungría, elaborado con carne de caballo, cebollas, pimiento y pimentón, el “halászle” que es una sopa de pescado de río o el guiso de cebolla y ternera “marhapörkölt”. Otra comida muy famosa de la ciudad es el “langos” que es una especie de pizza no apta para quienes quieran mantener la línea. Algo poco recomendable cuando se está de viaje.
Visitar los mercados de Budapest es una gran oportunidad para conocer en mayor profundidad los hábitos alimenticios de los húngaros. El principal de estos mercados se encuentra en la calle Vámház, en la orilla de Pest.
Un nombramiento aparte requieren los famosos cafés de la ciudad, como el café New York o el del hotel Astoria. Un rincón que no puede faltar en vuestra visita es el café que se encuentra dentro de la librería Alexandra en Avenida Andrássy. Budapest es además famosa por sus pastelerías, algunas de las más antigua del mundo, como Gerbeaud en la orilla de Pest o Ruszwurm en Buda donde podéis degustar las exquisiteces favoritas de la Emperatriz Sisí .
Budapest es seguramente una de las ciudades más interesantes no ya de centroeuropa, sino del resto del continente. Su belleza, su ritmo y sus contrastes son alicientes para disfrutar del atractivo de esta Perla. ¿A qué esperas?
Datos de interés y curiosidades:
Habitantes en Budapest: 1.741.041
La moneda húngara es el Florín. Su cambio oscila alrededor de 1 euro = 300 florines.
Erzsébet es el nombre en húngaro para la emperatriz Sisí.
El húngaro más famoso en España es el futbolista Puskas. Su actor más conocido Bela Lugosi.
El inventor del cubo de Rubik es el húngaro Ernö Rubik.
Hay un buen número de empresas que realizan tours por la ciudad. Por sugerencia de una amiga yo escogí “White Umbrella” y fue una gran experiencia.
Budapest cuenta con una amplia oferta en cuanto al alojamiento, desde multitud de hostels por menos de diez euros la noche a hoteles de renombre como el Boscolo Budapest.
Hay vuelos directos a Budapest desde los aeropuertos de Barcelona, Madrid, Alicante, Málaga, Ibiza, Gran Canaria o Tenerife.
Retos:
– Decir el gentilicio para los habitantes de Budapest. Pista, ¡no es budapestinos!
– Aprender más de diez palabras en húngaro.
– Encontrar el último vestigio del muro del ghetto judío.
– Saber el nombre y la historia del hombre que estuvo quince años encerrado en la embajada estadounidense de Budapest.
– Conocer la historia del español que salvó la vida a más de cinco mil judíos.
– Hacerse una foto con una cerveza en, al menos seis, de los “ruin bar”.
Breve diccionario hispano-húngaro:
- Szia: hola/adiós
- Igen: sí
- Nem: no
- Köszönöm: gracias
- Mosdók: aseos
- Utca: calle
- Ter: plaza
- Y para brindar: egészségedre
Como ves, una maravilla que no te debes perde. ¿Estás listo para iniciar tu viaje?
Que fuente tienes para decir que antes se llamaba San Leopoldo? Me lo dijeron en un free Tour pero lo raro es que la catedral de Viena se llama San Esteban no me hace sentido y no encuentro Fuentes