Descubre Oslo y déjate llevar por sus múltiples encantos

Oslo, una ciudad de vikingos
Oslo, una ciudad de vikingos

En este post, vamos a mostraros una visita a Oslo, la dinámica capital de Noruega, en la que disfrutar de la naturaleza, de su historia vikinga y su potente modernidad.

No os vamos a engañar. Oslo es una ciudad cara. Muy cara y el clima de Noruega no suele acompañar, pero sin lugar a dudas la ciudad posee, gracias a su historia, a su fiordo y a su economía, un elevado número de atractivos por los que merece la pena su visita.
 

La moderna arquitectura de Oslo

Edifício de la Ópera de Oslo

Uno de los primeros hechos que pueden llamarán la atención de los visitantes es la ebullición arquitectónica de Oslo. La ciudad se encuentra salpicada de edificios modernistas, siendo la Ópera, edificio que surge desde el mar, el mayor ejemplo de todos. Este complejo, que llama la atención por su marcado color blanco, posee un hecho muy llamativo: es posible acceder al techo por los laterales inclinados del edificio y tener con ello una panorámica de la ciudad.

Edificio de la Ópera de Oslo que como se puede observar surge desde el mar - Destino y Sabor

Edificio de la Ópera de Oslo que como se puede observar surge desde el mar – Destino y Sabor

Edificios “Código de barras”

Muy próximos a la Ópera se encuentran los edificios conocidos como el “código de barras” una hilera de modernistas construcciones salpicadas por muchos detalles que harán las delicias de los amantes de la arquitectura.

Además, la ciudad posee una perla arquitectónica como es el edificio construido por el arquitecto Renzo Piano y que acoge el Museo Astrup Fearnley. Este museo alberga obras de arte contemporáneo y forma un complejo único en la ciudad en el que se encuentra una pequeña playa artificial y un embarcadero rodeados de un tranquilo jardín en el que se realizan actividades culturales como la proyección de películas o documentales. Se trata de otro punto de visita obligada en la ciudad de Oslo.

El Ayuntamiento de Oslo y su entorno

Finalmente, una construcción que contrasta fuertemente con todas las citadas anteriormente se trata del Ayuntamiento de la ciudad. Frente al muelle 3, es posible observar una potente mole de ladrillo oscuro. En su otra fachada, se pueden observar las diferentes esculturas que adornan esta entidad y el llamativo reloj de sol que se observa incrustado en su fachada. El edificio es visitable y su interior, con un gran espacio diáfano es, de nuevo, un contraste con la fachada del edificio.

Junto al ayuntamiento y al muelle 3 se encuentra además el Museo de los Premios Nobel de la Paz, que se entregan de manera anual en la ciudad.

Otros edificios interesantes de Olso

Otros antiguos edificios que salpican Oslo son la fortaleza Akerhaus, el Parlamento noruego o el Palacio Real de Noruega, de los que también os hablaremos un poco más adelante.
Pero Oslo es mucho más que una ciudad de llamativos edificios. La capital noruega es una ciudad con una elevada oferta cultural. Destacan sus museos como el Munch o el museo vikingo.

 

Museos interesantes de visitar en Oslo

Museo Munch de arte expresionista

El museo Munch alberga la mayor colección de obras del pintor expresionista Edvard Munch, quien a su muerte las legó a la ciudad de Oslo. El autor donó más de 1000 pinturas o 15.500 dibujos y seis esculturas. Así como más de 2.000 documentos como libros, blocs de notas o fotografías.

El museo ha tenido en los últimos años que aumentar su seguridad ya que fue protagonista del robo de dos de las obras más conocidas de Munch: el Grito y la Madonna robadas en 2004.
Una visita clave para los amantes del arte en general y de la pintura y el expresionismo en particular.

Jardín botánico de la ciudad

Junto al museo Munch es posible visitar el jardín botánico de la ciudad en el que se pueden observar especies vegetales que nunca podríamos esperar en Noruega, como plantas tropicales, carnívoras o nenúfares.

Interior de uno de los invernaderos del jardín botánico - Destino y Sabor

Interior de uno de los invernaderos del jardín botánico – Destino y Sabor

Vistas desde el monolito del parque hacia los jardines. En primer plano, grupo de esculturas - Destino y Sabor

Vistas desde el monolito del parque hacia los jardines. En primer plano, grupo de esculturas – Destino y Sabor

 

Parque Vigeland

Para alcanzar el museo más conocido de la capital, el parque Vigeland con sus centenares de esculturas, será necesario desplazarse por la principal vía de la localidad: la calle Karl Johans a través de la cual se pueden disfrutar, además, tanto de las más importantes tiendas y destacados hoteles, como de la vista del Parlamento noruego o el Palacio Real.

Si se continua caminando (el desplazamiento también es posible realizarlo en tranvías, autobuses o metro) se llegará al parque Vigeland, el parque más grande e importante de la ciudad. Se trata de una extensión de naturaleza verde (cuando no está cubierta por la nieve) y lagos (cuando no están helados) que rodean un gran número de obras del escultor Vigeland.

Monolito que corona el parque Vigeland - Destino y Sabor

Monolito que corona el parque Vigeland – Destino y Sabor

Llaman la atención la escultura del niño que se encuentra en el puente y que para muchos es el símbolo de la ciudad y la obra que corona el parque: una mole que domina la vista compuesta por un único bloque de granito en el que se observan centenares de cuerpos humanos.

Vistas del parque en el que se encuentra el jardín botánico - Destino y Sabor

Vistas del parque en el que se encuentra el jardín botánico – Destino y Sabor

Museo del folclore noruego

Desde este parque es posible caminar una media hora hasta alcanzar la península de Bigdoy. En ella, se puede disfrutar de la naturaleza más próxima a Oslo con un bosque y diversos prados con vacas u ovejas. El camino se hace realmente agradable si el tiempo acompaña y gracias a él es posible llegar al museo del folclore noruego.

De nuevo a muy poca distancia se encuentra otra de las paradas más conocidas de la ciudad: el museo vikingo.

Museo Vikingo de Oslo

En este museo necesita mención aparte. En él se pueden observar embarcaciones vikingas y herramientas y otros útiles del antiguo pueblo noruego. Si se llega cuando falten unos quince minutos para que cierre (momento que depende de si es verano o invierno) es habitual que te dejen pasar gratis y así ahorrar un poco en esta ciudad. O eso nos pasó a nosotros.

Museo Fram

Otra mención aparte requiere el museo Fram, al que es posible llegar caminando en unos diez minutos desde el museo vikingo y que está considerado habitualmente como el mejor museo de Noruega y uno de los más originales del mundo.

Se trata de un edificio triangular situado en la península de Bigdoy, frente al muelle desde el que volveremos en ferry al centro de la ciudad y que alberga la nave Fram, una de las más resistentes del mundo y que ha visitado tanto el polo norte como la Antártida.

Pero también la oferta de músical que ofrece que abarca desde la ya mencionada ópera hasta una cultura de música electrónica que puede disfrutarse en muchos ambientes.

Para salir por la noche os podemos recomendar dos zonas: Grunerlokka y Storget. La primera es uno de los barrios de la ciudad, donde podéis encontrar un elevado número de pubs de múltiples ambientes y la segunda es apenas un paso interior en un edificio en la calle Storgata con una docena de bares.

Personalmente, os recomendamos esta segunda zona.
 

La Gastronomía de Oslo

También la gastronomía noruega posee, además de su salmón, platos tradicionales que pueden hacer las delicias de sus visitantes. Comer filete de ballena o de reno es posible en muchos restaurantes locales.

Si estáis interesados en comprar bebidas alcohólicas atentos a sus elevados precios y horarios. Las bebidas “fuertes” se compran en establecimientos especializados los “vinmonopolet”. Cerveza se puede comprar en los SevenEleven y en muchas tiendas de la ciudad antes de las 20:00 horas entre semana y de las (atención) 18:00 horas los fines de semana.

Pero si hay dos visitas a los alrededores de Oslo que no pueden faltar en vuestro viaje están claras: el paseo en barco por el fiordo de Oslo y la visita al trampolín olímpico de Holmenkollen.

Los alrededores de Oslo; salidas por los fiordos

La visita al fiordo de Oslo puede hacerse a través de múltiples opciones y precios. Se pueden hacer recorridos desde una hora y media hasta las tres horas, tanto de día como de noche y los precios oscilan desde poco más de los veinte euros, a los treinta, cuarenta o hasta otros mucho más prohibitivos. Algunas opciones incluyen comida y otras una parada en una de las islas del fiordo.

La opción que escogimos nosotros, fueron dos horas por unos treinta euros. Y lo recomendamos.

Aunque como consejo, reservad el billete a través de la página web y estad un ratito antes en el muelle que os corresponda para coger los mejor asientos disponibles.

Desde el barco se podrán observar tanto la costa de la ciudad, con la fortaleza Akerhaus o la Ópera como principales atractivos como el fiordo de Oslo.
 

Visitar Bergen

Si lo que queréis es disfrutar de una experiencia única en un fiordo noruego debéis optar por visitar la ciudad de Bergen, pero como bello aperitivo el fiordo de Oslo os dejará muy satisfechos. En él, se encuentran un buen número de islas que incluyen puertos deportivos o multitud de casas de madera de llamativos colores.

Algunas islas poseen un cierto tamaño y varios centenares de casas. Otras islas apenas tienen un par de casas de madera y cuesta imaginar lo que debe ser poseer una isla privada con un pequeño bosque para descansar durante el verano. Bueno, lo que debe costar es pagarla.

Las casas van desde apenas una docena de metros cuadrados hasta auténticas mansiones y la mayoría de ellas no tienen ni agua caliente ni calefacción, ya que están destinadas únicamente a ser disfrutadas durante el suave verano noruego.

Y las islas son desde un peñasco sin una sola planta, a bellas colinas y acantilados cubiertos de árboles de fuertes tonos verdes que llamarán la atención de todos los que se decidan a realizar el paseo en barco por este bello fiordo.

Así mismo, en todo el fiordo es fácil observar docenas de embarcaciones de recreo que los descendientes de los vikingos emplean para su ocio y disfrute. Además, los hay que practican windsurf o kite surf entre los cruceros que viajan a Copenhague o los ferris que recorren el fiordo.

La excursión al trampolín olímpico Holmenkollen

Se puede hacerse en autobús, ya que la ciudad está muy bien conectada con él. Se encuentra a muy poca distancia y es una visita casi obligada. Siempre y cuando no se tenga demasiado vértigo.

Las vistas desde la cima del Holmenkollen son impresionantes. Es posible observar la belleza del fiordo y sus islas, la frondosidad de la vegetación noruega que rodea Oslo y la propia ciudad. Un marco en el que merece la pena colocarse.

Para los más valientes, desde el trampolín y por unos sesenta euros es posible lanzarse en tirolina. Esta actividad dejará un recuerdo imborrable en quienes se atrevan a semejante hazaña, como podéis deducir, no fuimos uno de ellos.

La instalación posee, además, un simulador para sentir lo que vive un saltador desde el trampolín y un museo del esquí, en el que es posible comprobar que esta actividad no es moderna, sí no que los pueblos nórdicos tuvieron que adaptarse al medio desde sus inicios y ésta fue una de sus maneras.

Foto desde lo más alto del trampolín de Holmenkollen. Ni que decir que es imposible hacerle justicia - Destino y Sabor

Desde lo más alto del trampolín de Holmenkollen. Ni que decir que es imposible hacerle justicia – Destino y Sabor

Ficha técnica de Oslo

  • Oslo tiene 647.676 habitantes y su gentilicio es oslense.
  • Su idioma es el noruego, pero si hablas inglés no tendrás ningún problema para moverte por toda la ciudad.
  • La moneda noruega son las coronas noruegas y su cambio se encuentra alrededor de 1 euro = 9.30 coronas.
  • La tasa de paro país es del 4.8% y el salario medio es de 61.680 euros.
  • Los meses más aconsejables para visitar la ciudad son entre mayo y septiembre. Junio y julio son la temporada alta en Oslo.
  • Hay vuelos directos desde: Alicante, Málaga, Palma, Barcelona, Madrid, Murcia, Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura.

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