Nuestras pasadas vacaciones fueron un viaje por el norte de Portugal. Aunque habíamos ido anteriormente, nunca habían sido viajes de más de un fin de semana. Queríamos descubrir y saborear nuestro país hermano. Atravesamos la frontera por Salamanca, nuestro primer destino y base de operaciones era Coimbra.
Viajar en automóvil por Portugal
Este punto lo hemos querido priorizar porque no hemos encontrado mucha información específica y esto genera dudas, incluso a nosotros nos las generó antes de ir.
Actualmente, toda la red de autovías y autopistas son de peaje. Las carreteras nacionales no, pero están limitadas a velocidades muy bajas y no son muy interesantes si tienes prisa. Por tanto, no queda más remedio que ir por autovías en largas distancias.
El actual sistema, esperemos que sea temporal, tiene autovías de peaje convencionales, con su tiquet de entrada y pago cuando sales, aunque puedes adquirir un mando de telepeaje. Esta opción no la recomendamos salvo que viajes mucho y frecuentemente; puesto que no es compatible con el telepeaje español. El otro tipo de peaje es por tramos. Al pasar la frontera, debes pasar por un puesto donde das una tarjeta de crédito, y asocia tu matrícula a esa cuenta. Por estas autovías encontrarás arcos con cámaras que te sacarán fotos e irán sumando pequeñas cantidades a tu paso.
Ok,.. pero, ¿qué pasa si no haces esto? Un portugués en la frontera nos avisó que, si no realizas la asociación de la matrícula a una tarjeta de crédito, la multa sería de 10 veces el valor de los peajes pasados, más una sanción. Pero,.. que siendo españoles, esta multa no llega a España, salvo que te detenga la policía.
Avisados estáis. No queremos desde aquí fomentar uno u otro tipo de conducta, tan solo avisamos de la situación, y que cada uno elija qué hacer.
Primer día en Portugal: Visitamos Coimbra
Llegamos a Guarda desde Salamanca
Desde el paso fronterizo de Salamanca fuimos a Guarda, una ciudad portuguesa a 40 Km. de la frontera, que se encuentra junto al Parque Natural da Serra da Estrela.
Lo primero que nos llamó la atención y que luego sería una constante en todas las ciudades que vistamos, fue que todo está en cuesta.
En la parte superior se conserva una torre defensiva de la ciudad medieval. Esta torre estuvo integrada en un sistema defensivo global. Desde el promontorio la vista alcanza muchos kilómetros de terreno, por lo que la defensa nunca era pillada desprevenida.
Antes de llegar a lo más alto de la colina, nos fijamos en el cementerio monumental de Guarda. Una pasada.
El casco antiguo de Guarda
Luego bajamos al casco antiguo, donde nos dedicamos a caminar un poco, visitando su preciosa catedral. Las construcciones típicas del centro nos recordaron las casas de Galicia; y es que tampoco estamos muy lejos de esa parte de España.
Allí tomamos un café y unos pasteles típicos de Guarda. La parada, aunque corta, mereció la pena.
Su centro histórico conserva algunas partes de la muralla, aunque seguramente habrá más lienzos escondidos dentro de las casas, como en otros tantos lugares.
Desde Guarda, por carreteras nacionales que atraviesan el Parque Natural da Serra da Estrela llegamos a Coimbra, ciudad universitaria y de gran belleza a la orilla del río Mondego. El viaje se hizo más pesado, pero atravesamos parajes de una magnífica vegetación.
Nuestra primer día en Portugal, recorremos Coimbra
Nuestro hostal estaba en la Plaça do Comercio, un lugar muy céntrico. Se trataba un antiguo hospital del siglo XVIII rehabilitado como residencia de estudiantes. Fuera de la época de estudiantes, sobre todo Erasmus, pues Coimbra es una ciudad muy internacional, se pueden alquilar miniapartamentos muy agradables y a muy buen precio.
Para comer en Coimbra, puedes encontrar cientos de puestos repartidos por la ciudad, pero nosotros lo hicimos en la Plaza de Comercio, puesto que es una zona casi peatonal donde hay terrazas de varios restaurantes. Si bien no son magníficos los menús, tampoco son muy caros y se come bastante bien.
Tras esto, te puedes dar un paseo por la calle comercial, que está un poco más arriba de esta plaza. Se trata de la Rua Visconde da Luz.
A mitad de esta calle encontraréis una rampa que sube hacia una de las antiguas puertas de la ciudad medieval. Desde este punto, todo será subir, hasta llegar a lo más alto, donde os espera la Universidad, con sus facultades y sobre todo el palacio real, actualmente un edificio histórico de la Universidad de Coimbra.
La Universidad de Coimbra
La Universidad de Coimbra es en sí misma un atractivo turístico. Podéis comprar un tour que os permita recorrer algunas partes de la universidad. Especialmente interesante es la biblioteca histórica. Es casi como meterte en el Universo de Harry Potter, aunque esta no es la famosa biblioteca de Portugal, no obstante es igualmente interesantes de visitar.
Sin alejarnos de la zona alta, podéis visitar la escalera monumentalq, aunque no entendemos porque la consideran interesante, salvo para ver cómo se cargaron un acueducto romano para pasar una carretera. Pero no nos centraremos en ese punto. Os sugerimos bajar un poco hacia la Catedral nueva. En fin, en nuestra opinión, es mejor por fuera que por dentro.
Desde esta zona, lo mejor es ir bajando poco a poco por las callejuelas de Coimbra. Algunas no son muy agradables, pero al menos nosotros no tuvimos ningún problema y eso que las recorrimos de tarde y de noche.
Pero también puedes visitar el jardín botánico. Un verdadero pulmón para esta ciudad, aunque nosotros no detectamos que hubiera excesiva polución.
La Catedral Vieja
También llamada Se Velhia, es una auténtica maravilla. Al igual que hemos dicho que la Catedral nueva no nos gustó especialmente, la Catedral Vieja nos ganó el corazón, con un pasado medieval.
Aunque exteriormente puede parecer un pequeño castillo, esta gran edificación son torres, almenas y pequeñas ventanas, herencia de una pasado bélico de la reconquista, la construcción actual tiene añadidos góticos, renacentistas y barrocos, como las cúpulas, algunas fachadas y esculturas. En su interior encontramos una construcción original en estilo románico de bastante pureza.
Otra maravilla de esta catedral es el claustro románico y gótico.
Otros atractivos de Coimbra
Seguiremos bajando por callejuelas hasta que nuevamente llegamos a la Rua Visconde da Luz. Caminaremos por ella hasta llegar a otra plaza donde destaca la majestuosa iglesia de Santa Cruz. Impresionante por fuera y por dentro.
Justo al lado está el Café Santa Cruz. Un precioso café del siglo XIX que por la noche es el escenario ideal para escuchar un fado.
Pero también en la zona vieja puedes escuchar fado en varios pequeños locales, súper bohemios. Y ¿Cómo no? En Fado ao Centro, un centro dedicado al Fado, con espectáculos en directo de fado.
Y para darte un paseo en llano,.. pues afortunadamente tienes un magnífico paseo junto al río. Una zona muy agradable, aunque al lado tienes coches por ambas márgenes.
Al otro lado del río, es posible visitar una atracción, aunque a nosotros no nos dió tiempo, que se llama «Portugal dos Pequenitos«. Según nos contaron, es un parque temático que reproduce edificios y monumentos de Portugal y de zonas de influencia portuguesa en el mundo, como India, Brasil, Macao,..
Sin duda, nos quedaron muchas cosas aún por ver y disfrutar, por eso queremos regresar en cuanto podamos. Fue una gran experiencia y nos ha encantado.
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