Aunque ya hace un tiempo, tampoco tanto, tuvimos la oportunidad de disfrutar gracias a la Fundación de Santa María la Real de Aguilar de Campoo de una experiencia llamada Escapada Románica. Una escapada que nos permitió vivir en un fin de semana el patrimonio del románico palentino desde otros puntos de vistas, disfrutando de arte, gastronomía, naturaleza,.. en resumen, del patrimonio de la Montaña Palentina.
Fundación de Santa María la Real de Aguilar de Campoo
Esta fundación, agrupa a un equipo de personas que llevan trabajando juntas más de 40 años para la recuperar, poner en valor y generar un modelo sostenible para el patrimonio cultural, natural y social de Castilla y León en general y del románico palentino en particular.
Fruto de esta labor, el Monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo, punto de partida de esta fundación no solo ha sido restaurado, es un centro vivo con actividad y futuro, con dependencias dedicadas a instituto, museo y hospedería. Gracias lo cual, este edificio tiene futuro por delante.
Otra de las líneas de actuación es la transformación de recursos en productos turísticos. Y por eso, nos han llamado, tanto a nosotros, como a otros bloggers tanto de viajes como de patrimonio, a conocer y evaluar una de las 10 escapadas por la montaña palentina que han diseñado, cuyo fin, no es solo disfrutar de unas escapadas únicas llena de encanto, si no dar a conocer el patrimonio de la Montaña Palentina, que como ya hemos dicho es arte, es naturaleza, es gastronomía y son sus gentes.
Nuestra experiencia durante la Escapada Románica
Nuestra Escapada Románica duró un fin de semana, aunque aprovechamos para hacernos una ampliación durante varios días más junto a nuestros compañeros de Destino Castilla y León y A tavola con il Conte.
Nos acercamos a Aguilar de Campoo, el sábado por la mañana. El propio viaje en sí es una pasada, puesto que por el camino, vengas por donde vengas te salen al paso grandes joyas del románico palentino. Nuestro objetivo era llegar antes de comer a Aguilar, así que no nos paramos a la ida.
Hospedaje en la Posada Real del Monasterio de Santa María La Real
El Monasterio de Sta. Mª. La Real se encuentra en la salida de Aguilar de Campoo hacia Cervera de Pisuerga. Ya lo conocíamos ligeramente de otros viajes previos a la zona, aunque no nos habíamos alojado en su posada.
Las habitaciones se encuentran en las antiguas dependencias auxiliares del Monasterio, actualmente rehabilitadas y dotadas de unas modernas instalaciones en su interior.
Las habitaciones son muy originales, con las camas en un segundo piso, lo que da una sensación mayor de amplitud y aprovecha los altos techo.
Comer en la propia posada
Ya que nos adelantamos a la hora de encuentro, disfrutamos de la comida en la propio Posada Real. El menú que cambia todos los días tiene un precio muy competitivo de 18€/comensal, incluyendo pan, vino y postre. Realmente, tanto por el ambiente como por la cocina, la parada es recomendada. Nuestro menú de la mañana consistió de primeros, en unos hojaldritos relleno de morcilla y un risotto ai fungi, De segundos, unas carrilleras al vino tinto y secreto ibérico con patatas. Además, se incluían unos ricos postres.
Puedes conocer mejor la oferta gastronómica de este lugar en la entrada que han dedicado la gente de A tavola con il Conte.
Visita previa a Aguilar de Campoo
Como teníamos tiempo antes de que empezara oficialmente la Escapada Románica, nos decidimos a darnos un paseo por Aguilar de Campoo. Esta población, especialmente conocida por sus fábricas de galletas, además de esas ricas galletas tiene mucho que ofrecer, tal y como ya nos comentan Destino Castilla y León.
Aprovechamos para visitar el Museo de Ursi con tiempo. Aunque teníamos pensando también realizar la Senda de Ursi, condiciones particulares nuestras nos desaconsejaban de esta ruta que aúna arte y naturaleza en esta ocasión. La dejamos pendiente para una próxima visita.
Ursicino Martínez, más conocido como Ursi, fue un artista de la talla en madera procedente de la zona de montaña palentina, pero que estableció su casa, su taller y su museo en la ciudad de Aguilar de Campoo, donde se encuentra este museo.
También tuvimos tiempo para recorrer las calles del casco histórico de Aguilar de Campoo, un lugar que ha sabido conservar bastante bien su patrimonio arquitectónico, y ha integrado con acierto las nuevas construcciones con las antiguas.
Empieza la experiencia de la Escapada Románica
Tras esto, regresamos a la Posada del Monasterio, donde ya habían llegado el resto de los participantes a este viaje por el patrimonio de la montaña palentina, la Escapada Románica. Junto con ellos, tuvimos un cordial encuentro en el que intercambiamos puntos de vista sobre patrimonio.
La cena en la Posada Real del Monasterio de Santa María La Real de Aguilar de Campoo
Este viaje ya estaba en marcha, así que disfrutamos de la cena, cuyo menú coincidía con el de la mañana, algo ideal para poder probar todos los platos del menú del día, nos volvemos a referir a la anterior entrada de A Tavola con il Conte.
Visita nocturna al Real Monasterio de Santa Maria la Real
El monasterio de Aguilar de Campoo fue uno de los más importantes de la geografía de las montañas palentinas. Este monasterio fue fundado en el siglo XII. Aunque inicialmente estuvo regentado por otras ordenes de monjes, la construcción actual es debida a los monjes de Orden Premonstratense. Esto es importante para entender la impresionante espadaña llena de campanas. Estos monjes, eran predicadores, por lo que función estaba tanto fuera, como dentro de los muros del monasterio.
Su tiempo de máximo esplendor llegó en el siglo XVII. Desde entonces, fue un lento caer, hasta el desastroso siglo XIX, con las desamortizaciones. Así pues, durante todo el siglo XX, este edificio imponente, fue popularmente conocido como el Monasterio caído en la zona de Aguilar. Y no es fue para menos.
Gracias a la intervención de José María Pérez González, “Peridis”, instigador de lo que hoy es la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico que opera desde Aguilar de Campoo por casi toda España, y fueron los que rehabilitaron este edificio para darle una nueva oportunidad. Hoy por eso, este complejo alberga la Posada Real donde nos alojamos, un instituto de educación secundaria y la parte museística.
La visita al monasterio
Conocida la historia del edificio, entramos a visitarlo desde la Iglesia románica. Rápidamente salimos al claustro, corazón de la vida monástica. Hoy está plenamente rehabilitado, con las marcas y cicatrices de su pasado.
Nos impresionó esta forma de ir descubriendo el lenguaje de las piedras, que hablan al que sabe entender. Entre los muchos misterios que guarda este monasterio, uno de los más atractivos son unas marcas con forma circular, con diversos grabados en su interior. Nuestro guía, todo un experto en este edificio, reconoció que incluso a día hoy, nadie ha podido dar explicación alguna a estas misteriosas marcas.
Tras visitar diferentes estancias del claustro, regresamos a la Iglesia, pasando por la sacristía, donde se guardan maquetas y representaciones a escala de cómo era la vida en el siglo XII por esas tierras palentinas, y cómo edificaban una iglesia románica.
Visita a la Iglesia
Hasta ahora, aunque curioso, no deja de ser una visita al uso. En el interior de la Iglesia, descubrimos muchas curiosidades interesantes, sobre todo para los amantes de la historia y de las edificaciones románicas y góticas. Tras esto, disfrutamos de un audiovisual impresionante de 360º. Totalmente envolvente, es un juego de luces y sombras por toda la iglesia.
Tras esto, visitamos las antiguas instalaciones del molino. Aunque actualmente no está en uso, la rehabilitación del conjunto histórico permitió restaurar también esta parte, pudiendo volver a funcionar si se quisiera. Y con esto concluyó nuestro primer día de la Escapada Románica.
Segundo día de la Escapada Románica
Tras levantarnos y tomar un satisfactorio desayuno con productos de primera calidad, un autobús nos estaba esperando para conocer varias iglesias románicas de la Montaña Palentina.
Visita al Monasterio de San Andrés del Arroyo de Santibáñez de Ecla
A no mucha distancia de Aguilar de Campoo, se encuentra este Monasterio de monjas cistercienses de Santibáñez de Ecla (Palencia).
Se trata de una comunidad viva, con 800 años de vida monástica casi ininterrumpida. Aunque contábamos con nuestro guía propio, la Madres Superiora, conocedora al detalle de la historia, el arte y las anécdotas de este impresionante monasterio nos estaba esperando para que conociéramos, de primera mano, las cosas que realmente son importantes sobre este edificio.
Así, supimos que este monasterio fue fundado por Doña Mencía, una noble dama de la casa de los Lara, una importantísima casa nobiliaria de la Corona Castellana. Y aunque esta zona del valle del Ojeda no era muy importante en esta época, se dio la casualidad de que los tres mejores canteros del románico se dieron cita en este tiempo y esta zona, creando una escuela de cantería sin igual en la Europa medieval.
Este monasterio fue muy importante, ya que hasta tenía capacidad jurídica para administrar justicia. Esto es sabido por la presencia de un Rollo de Justicia, símbolo de autoridad. Sin duda, una joya del románico que se encuentra escondida.
Iglesia rupestre de los Santos Justos y Pastor de Olleros de Pisuerga
Tras finalizar la visita, nuevamente te llevan a la localidad de Olleros de Pisuerga, que tampoco está muy lejos. Allí se encuentra una preciosa iglesia rupestre, es decir, excavada en el interior de una montaña como su fuera una cueva. Seguramente aprovecharon alguna cavidad original.
Igual que en el monasterio anterior, nos estaban esperando para la visita un experto local que ha visto desde siempre esta curiosa iglesia. Esta iglesia posee dos naves rematadas por dos ábsides semicirculares, divididas por unas columnas. Estas columnas realmente son innecesarias, pero los constructores de la iglesia simplemente reprodujeron una iglesia románica estándar en el interior de la montaña.
Llama la atención el ábside de altar mayor, ya que este está escorado del eje de las naves. Y como se suele decir, -“en el románico, no se daba puntada sin hilo”-. En los solsticios de invierno y de verano, la luz del sol se cuela por la puerta, y un rayo de luz incide directamente sobre el cristo del altar.
Esta iglesia está interiormente policromada, aunque esta es una pintura del siglo XVII, cuando fue remodelada para hacerla algo más alta e incluir un coro a los pies de las naves.
Iglesia de Santa Cecilia de Vallespinoso de Aguilar
Volvemos sobre nuestros pasos, y regresamos cerca de Aguilar de Campoo para llegar al pueblo de Vallespinoso de Aguilar. Allí, sobre un cerro se encuentra la Iglesia románica de Santa Cecilia. Esta iglesia aprovecha el desnivel del propio cerro para crear en su interior la disposición del románico. Esto es dividir el espacio en tres niveles bien diferenciados. A los pies de la nave, la más baja, donde se encuentran los feligreses. Un poco más elevado, el altar, donde los sacerdotes ofician el sacramento de la misa; y, por último, en el ábside a mayor altura aún, un cristo crucificado, que está por encima de todo.
Esta iglesia, pese a estar en un pequeño pueblo, cuenta con unos capiteles tallados con gran mimo y arte. Parecerían estar fuera de lugar, de no ser por lo que hemos indicado anteriormente, los más grandes canteros del románico estuvieron en la zona y dejaron una escuela de canteros palentinos de singular capacidad.
Regreso a Aguilar de Campoo para comer
Tras esta última de lo más interesante, el autobús nos llevó nuevamente a Aguilar de Campoo, donde nos estaba esperando la comida dentro de la Posada Real del Monasterio de Santa María la Real.
Como en nuestra experiencia del día anterior, el menú del día consistía en varios primeros y segundos a elegir. Nuevamente, nos remitimos a la entrada de nuestros compañeros bloggers de A tavola con il Conte, que os cuentan mejor la experiencia.
Contaros que pedimos de primero una ensalada templada de gambas, unas morcillas de burgos con pimientos de El Bierzo; y de segundos unas albóndigas de merluza en salsa de naranja y unos escalopes con guarnición de patatas. También pecamos con unos ricos postres.
Aunque nosotros no pedimos el cocido palentino, un plato que solo se realiza los fines de semana, otro compañero blogger si lo hizo, por lo que descubrimos que es esencialmente un cocido castellano, aunque con ligeros detalles que lo particularizan.
Fin de esta experiencia de Escapada Románica
Tras esta comida, nos quedamos haciendo una larga sobremesa con el resto de acompañantes del viaje. Nosotros nos quedamos unos días más por la zona, conociendo el famoso Románico Palentino y la impresionante Montaña Palentina. Todo un gusto para la vista, donde naturaleza y hombre siguen viviendo, esperemos que, por mucho tiempo, en simbiosis.
Información de interés
Nuestro alojamiento fue en la Posada Real del Monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo, pero te puedes encontrar aquí más ofertas de alojamientos en Aguilar de Campoo o en la zona. |
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