No por nada a Roma se la llama la ciudad eterna; y es que por mucho que se visite, siempre hay matices y cosas nuevas que te sorprenden. No obstante, para muchos viajeros, el tiempo disponible en esta ciudad es limitado. Por esto, os seguimos contándoos una experiencia que hemos desarrollado para visitar los imprescindibles de Roma en tres días. El segundo día lo vamos a dedicar a una visita al Vaticano y al río Tíber.
Nuestra guía sobre Roma finalmente está siendo muy extensa, por lo que, en esta parte, solo abordaremos una planificación para la visita al Vaticano y el Castel Sant’Angelo.
Una visita a fondo de los Museos Vaticanos precisaría más de un día. Nuestro consejo es, definir una parte a visitar y centrarse en ella, pues puede ser agotador.
Guía para una visita al Vaticano, sus museos, su basílica y el Castelo di Sant’Angelo
Para que podáis organizaros mejor, os dejamos este guion:
- Museos Vaticanos.
- Información para visitar los Museos Vaticanos.
- Otras estancias importantes.
- Capilla Sixtina.
- Basílica de San Pedro.
- Castelo di Sant’Angelo.
Podéis comprobar que hay muchas cosas que ver; y más que omitimos para no alargarnos y que quedan eclipsadas por estas.
Madrugamos para aprovechar el segundo día en Roma
Nuestra primera parada del día, y que ocupará toda esta entrada, es una visita al Vaticano. Empezaremos por los Museos Vaticanos. Además de aprovechar más el día, llegar pronto, aunque no garantiza no encontrar muchas colas, las que puedes encontrar serán menores, ya que los grupos grandes suelen llegar más tarde. En cualquier caso, os recomendamos comprar las entradas de visita guiada de forma anticipada, y así evitar colas.
Sobre todo, es importante levantarse pronto si te tienes que desplazar en metro. La parada de metro es Ottaviano, en la línea A. Desde ahí tenéis que caminar un poco, para llegar a la puerta de los Museos Vaticanos.
Los Museos Vaticanos, el inicio de una visita al Vaticano
Los Museos Vaticanos son la una de las colecciones de arte e historia más maravillosas del mundo. Simplemente os comentamos, hemos estado visitando estos museos en varias ocasiones y no lo hemos visto todo aún. Además de que llega un momento en el que simplemente te satura de cantidad y calidad.
Estos museos recogen piezas de la antigüedad, tanto romana, como griega, egipcia y de otras civilizaciones antiguas. Pero también atesoran obras del medievo y del renacimiento. Y de las últimas adquisiciones, obras modernas.
Información de interés
Situación y contacto:
Entrada principal abierta al público se encuentra en:
Viale Vaticano, s/n (ver en un mapa)
00165 – Roma (Italia)
Telf.: +39 066 98 83 145.
@.: info.mv@scv.va.
Webs de referencia:
Reserva de entradas online.
Guía de consejos de los Museos Vaticanos.
Horario de apertura:
De lunes a sábado, desde las 9:00 horas hasta las 18:00 horas; último acceso 16:00 horas.
Cada último domingo del mes estará también abierto en horario de 9:00 horas a 14:00 horas; último acceso 12:30 horas.
Precio de las entradas:
Visita libre Museos y Capilla Sixtina:
- Entrada general: 17,00 €/persona.
- Entrada reducida: 8,00 €/persona; para menores de 6 a 18 años, religiosos y seminaristas y empleados.
- Derecho de reserva online: 4,00 €/persona.
- Audioguía: 7,00 €/equipo.
Origen de esta colección
La colección papal en sí, nace de la incorporación de la colección personal del Papa Julio II en 1506; un Papa polifacético, ya que es a la vez un religioso y un militar, un político y un mecenas,.. Después de él, los sucesivos Papas de Roma han ido mejorando la colección, tanto en piezas como en espacios disponibles.
Instalaciones de los Museos Vaticanos
El ingreso a los museos se hace desde una puerta abierta en la muralla que delimita la Ciudad Estado del Vaticano, en el Viale Vaticano. Desde ahí se camina hasta los edificios que contienen el Patio del Belvedere, o patio de las buenas vistas; una construcción previa realizada por Inocencio VIII. Actualmente se conoce como el Patio del Octógono.
En este patio se instalaron las primeras esculturas. Según fueron creciendo las colecciones, fueron necesarios adaptaciones de nuevos espacios, por lo que se construyeron nuevos edificios que conectaban y armonizaban con los viejos edificios, y creando galerías y pasadizos para conectarlos.
Más piezas llegaron a estos museos con la exploración de las antiguas catacumbas de Roma.
Organización de los Museos Vaticanos
Dado que es imposible verlo todo en un día, os contamos las Colecciones existentes, y si os interesa alguna en especial, os organicéis para visitarla primero.
Para esta guía nos hemos apoyado en los documentos existentes sobre los museos.
Bibliotecas Vaticanas
Nace como una biblioteca privada del Papa Nicolás V, gran amante de arte formado en Bolonia, la gran ciudad universitaria. Este Papa ordena los libros existentes hasta la época en el Vaticano y trata de adquirir una gran cantidad de nuevos libros y manuscritos. Dado el gran volumen, fue necesario dotar para este fin un nuevo edificio. Es una parada importante en una visita al Vaticano, sobre todo cuando hay alguna exposición temporal de interés histórico, por celebración de alguna efeméride.
La biblioteca custodia unos 75.000 manuscritos y más de 1.100.000 libros, de los cuales 8.000 son incunables.
Entre las obras que atesora, destacan:
- Codex Vaticanus, uno de los manuscritos más antiguos de la Biblia griega.
- Codex Aureus de Lorsch, evangelio miniado de la época de Carlomagno.
- Cancionero de la Biblioteca Vaticana, uno de los tres cancioneros que recogen las cántigas de la poesía medieval galaicoportuguesa.
- La Historia Secreta de Procopio de Cesarea.
- El Salón Sixtino, dedicado principalmente a exponer ejemplares bibliográficos como los códices de Virgilio
- El Rollo de Josué.
Museo Sacro
En las bibliotecas medievales además de libros y manuscritos se conservaban piezas de arte antiguas. Esta no es menos y posee obras de arte sacro de época medieval, como el Díptico de Rambona del siglo IX.
El Museo Profano
Al igual que existe una parte dedicada al arte sacro, se le dedica otra al arte profano; pese a estar en centro del poder de iglesia Católica, los Papas han sido generalmente amantes y protectores de las artes clásicas. Así que aquí encontraréis pinturas romanas de época imperial y frescos de Grecia.
Gabinete de medallas
Esta colección está formada por medallas y monedas. Es una de las colecciones numismáticas más importantes y extensas del mundo.
Museo Pío-Clementino
Esta parte de los museos Vaticanos es del siglo XVIII, durante la ilustración y el inicio del neoclasicismo, por lo que nace con el objetivo de preservar obras del renacimiento y de obras de la antigüedad clásica. Es decir, es en gran medida, la colección original que dio inicio a los museos, la colección de Julio II.
Algunas de las obras de esta colección son imprescindibles una visita a los Museos Vaticanos, ya que son piezas únicas de un gran valor. Así destacan:
- Laocoonte y sus hijos, copia romana en mármol del siglo I realizada por Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas, de un original griego del siglo II a. C.
- Apolo de Belvedere, copia romana del siglo II de un original griego del 330 a. C. aproximadamente.
- Apoxiomeno, copia romana de un original griego del escultor Lisipo, del 320 a. C. aproximadamente.
- Apolo Sauroktonos, copia de un original de Praxíteles del año 350 a. C. aproximadamente.
- Torso de Belvedere, original del siglo I a. C. del escultor Apolonio.
- La colección de sarcófagos, entre ellos, el de Helena de Constantinopla, del siglo IV; el de Constantina, hija de Constantino I el Grande y el sarcófago de Sabinus.
Museo Chiaramonti
Este museo se nombra así por su fundador, antes de alcanzar la silla de San Pedro, Barnaba Chiaramonti, Papa Pío VII. Este museo de los inicios del siglo XIX está organizado en 3 galerías, la Galería Chiaramonti, donde se exponen numerosas esculturas y sarcófagos. La Galería Lapidaria, con la colección con miles de piezas de todo tipo y la Galería del Braccio Nuovo, con una muestra de esculturas clásicas antiguas.
Destacan entre otras obras, las siguientes:
- Atenea Giustiniani, copia romana del siglo II.
- Doríforo, copia romana del bronce griego del escultor Policleto del siglo V a. C.
- Augusto de Prima Porta, copia en mármol del año 20 de una anterior en bronce y oro.
Museo Gregoriano Etrusco
Este museo se crea por orden del Papa Gregorio XVI, para atesorar los descubrimientos arqueológicos que empezaron a aparecer desde 1828 en el sur de Etruria, la región central de la península itálica y que limita con la roma primigenia y que hasta 1870 fueron parte de los estados vaticanos. Esta tierra, desde la edad del hierro hasta su integración en la república romana en el siglo V aC. perteneció al pueblo de los Etruscos.
Este importante museo tiene piezas originales que van desde el siglo IX aC. al I aC. con restos de vasijas de cerámica, piezas de hierro, bronce, oro y plata, que demuestran que esta civilización estuvo bastante avanzada. También cuenta con la presencia de objetos procedentes de Grecia, lo que indica la comunicación y el comercio entre estas zonas tan diversas del mediterráneo.
Las obras más interesantes de esta colección etrusca son:
- Pectoral de oro de la tumba Regolini Galassi, Cerveteri, mediados siglo VII a. C.
- Acroterio con caballo alado de Cerveterio, siglo V a. C.
- Ánfora ática de cerámica de figuras negras de Exequias, datada entre 540 y 530 a. C.
- Kílix atribuido al pintor de Comacchio, hacia el 450 a. C.
- Monumento funerario con Adonis agonizante de Tuscania, siglo III a. C.
Y aunque las obras son importantes, el lugar donde se encuentran es igualmente un museo en sí, ya que la colección está instalada entre dos palacios; uno mandado construir por Inocencio VIII y otro contiguo, de época de Pío IV, con pinturas murales al fresco de pintores tales como Federico Baroci y de Federico Zucari.
Museo Gregoriano Egipcio
Este museo egipcio se fundó a mediados del siglo XIX, por el Papa Gregorio XVII, con objetos hallados en excavaciones romanas en el Lazio, la región de Roma. Muchas de estas piezas estuvieron dispersas entre el Vaticano y los museos Capitolinos. Otras obras se adquieren por cesión a Pío XII desde colecciones particulares.
El interés de los Papas de Roma por Egipto y su arte antiguo tiene relación con la importancia que tiene este territorio en la concepción del mundo israelí y su rol fundamental en el Antiguo Testamento. No obstante, en esta colección se encuentran también objetos procedentes de otras culturas mediterráneas y de la antigua Mesopotamia.
Destacan dentro de esta colección:
- Máscara de una momia (656 a 332 a. C.).
- Estatua de Antínoo (117 a 138 d. C.)
- Torso del faraón Nectanebo I (380 a 362 a. C.)
- El libro de los Muertos.
Museo Gregoriano Profano
Este museo se funda en 1844 por el Papa Gregorio XVI en el Palacio de Letrán, pero el Papa Juan XXIII a mediados del siglo XX lo transfiere al Vaticano. La colección de este museo está formada por estatuas, bajorrelieves, esculturas y mosaicos de época romana. Con la ampliación de Pío IX, que junta piezas del Museo Cristiano Pio.
Museo Misionero Etnológico
Este museo se funda en 1927 por Pío XI en el Palacio de Letrán. Como en el caso anterior, se traslada al Vaticano por orden de Juan XXIII a mediados del siglo XX. Este museo, durante años cerrado para su adaptación como museo, actualmente recoge piezas obtenidas a lo largo de la historia de evangelización, con piezas de Asia, Oceanía, África y América.
Pinacotecas Vaticanas
Como todo gran museo, el Vaticano posee también una impresionante pinacoteca con obras de renombrados pintores. Por un tiempo esta colección fue saqueada por Napoleón, pero gracias a los acuerdos del Congreso de Viena de 1815, el Papa Pío VII recuperaba los cuadros siempre que los hiciera una exposición pública. Tras varias ubicaciones, finalmente se estableció realizar un nuevo edificio donde instalar definitivamente esta interesante colección.
La colección posee cerca de 500 obras pictóricas que van desde el siglo XII a finales del siglo XIX, con algunas de las mejores obras de las escuelas italianas, con obras de Perugino, Caravaggio, Giotto di Bondone, Leonardo da Vinci, Giovanni Bellini, Tiziano o Guido Reni.
Otras estancias importantes de los Museos Vaticanos
Pero además de las diferentes colecciones de obras de arte de los diferentes museos, existen estancias que son obras de arte en sí mismas, con pinturas al fresco.
Capilla Nicolina
Esta capilla fue construida en el quattrociento, en el segundo piso del palacio papal. La obra pictórica fue realizada por Fra Angelico, siendo una de sus obras cumbre. La obra está dedicada a la vida de los santos Esteban y Lorenzo; los padres de la iglesia romana y griega y los cuatro evangelistas.
El autor usa diferentes partes de la pared para mostrar la vida de los santos, hasta finalizar en su martirio, en un estilo muy propio del renacimiento.
Apartamentos Borgia
Estas estancias fueron construidas por orden de Alejandro VI, que realiza el encargo de la decoración pictórica a Pinturicchio, discípulo del Perugino. Estas salas cayeron rápidamente en el olvido debido al sucesor de este Papa, Julio II, que odiaba totalmente a su antecesor.
Las estancias se dividen en diferentes salas:
- Sala de la Sibilia: temas sobre apóstoles y profetas.
- Sala del Credo: igual que la anterior con temas sobre apóstoles y profetas.
- Sala de las Artes Liberales: alegorías de la Retórica, la Música, la Gramática, la Astrología, la Dialéctica y la Aritmética.
- Sala de los Santos: la Disputa de santa Catalina, san Antonio y san Pablo Ermitaño, la Visitación, el martirio de san Sebastián, santa Bárbara, santa Susana y la Virgen y el Niño.
- Sala de los Misterios: la Anunciación, la Epifanía, la Natividad, la Ascensión, el Pentecostés, la Asunción y la Resurrección en la que aparece Alejandro VI retratado con gran lujo.
- Sala de los Pontífices: temas de astrología, eliminándose los antiguos retratos papales existentes realizados por Giotto y Giovanni da Udine.
Los techos están decorados con molduras y un gran escudo de la familia Borgia (o Borja).
Las estancias de Rafael
Estas salas se mandaron construir por Julio II, que no quiso habitar en las salas de su antecesor. Por este motivo, encarga a Rafael, que viene con varios de sus discípulos para decorar 4 salas, que estaban llamadas a ser sus habitaciones personales.
Estancia de la Signatura
Esta sala de planta rectangular está decorada completamente por frescos con una temática de sobre la filosofía clásica, que trataba de encontrar la Verdad, el Bien y la Belleza. Para ello trata ejecuta las siguientes escenas:
- La Escuela de Atenas.
- La disputa del Sacramento.
- El Parnaso.
- Las virtudes cardinales.
Especialmente famoso en esta sala es la Escuela de Atenas, con una representación de los grandes filósofos de la Grecia clásica.
Estancia de Heliodoro
Esta sala trataba de reforzar la autoridad papal de Julio II frente al Concilio cismático de Pisa, por lo que Rafael representa cuatro episodios sobre la protección de Dios a su pueblo. Entre ellas:
- La expulsión de Heliodoro del templo
- Encuentro de León Magno con Atila
- La misa de Bolsena
- Liberación de San Pedro
Estancia del Incendio del Borgo
Estas salas se terminaron a la muerte de Julio II. Sirvió como comedor. Como fue finalizada en tiempo de León X, los motivos tratan de destacar las virtudes de los anteriores papas llamados León. Además son “lecturas” mucho más pacíficas que las anteriores, pues este Papa quería marcar distancia con el belicoso Julio II. Destacan:
- La coronación de Carlomagno.
- El incendio del Borgo.
- Batalla de Ostia.
- Justificación de León III.
Estancia de Constantino
Esta sala tan solo fue diseñada y dibujada por Rafael antes de su muerte, por lo que la coloración fue ejecutada por sus discípulos
- Visión de la Cruz.
- Batalla de Constantino contra Majencio.
- Bautismo de Constantino.
- Donación de Roma.
Capilla Sixtina
Esta sala de grandes dimensiones es una maravilla en sí misma. Aunque no lo parece, es más grande de los que parece por fotografías, donde solo muestran una parte. Esta capilla es parte del Palacio Apostólico y posiblemente sea la más conocida a nivel popular por la importancia de su obra pictórica de Miguel Ángel. Además, es en esta sala donde se reúne desde el siglo XIV el conclave que decide en siguiente Papa en una decisión colegiada.
De la chimenea de esta estancia sale la famosa fumata bianca cuando una elección ha sido suficiente como para nombrar a un nuevo Papa.
Las pinturas presentes no son exclusivamente de Miguel Ángel, aunque sí las más importantes y extensas y que se dice que cambiaron la concepción de la pintura del renacimiento.
Otras colecciones
Existen otras colecciones de arte y objetos dentro de los Museos Vaticanos. Son igualmente interesantes para el visitante. Estos son, la Galería de Mapas, con frescos que muestra diferentes regiones de la península itálica pintadas al fresco.
Colección de Carruajes; es una colección de carruajes, sillas de manos, coches y Papamóviles usados por los papas a lo largo de la historia y que se conservan.
Colección de tapices; con piezas del siglo XV, XVI y XVII, con escenas de carácter religioso a partir de cartones realizados por discípulos de Rafael y Miguel Ángel.
La salida de estos Museos se realiza por la escalera diseñada por Giuseppe Momo. De nuevo otra obra de arte, al tratarse de una escalera en hélice de una belleza extraordinaria.
Visita al Vaticano, entramos en la Basílica
Cuando os canséis de ver cosas en los Museos Vaticanos, que por mucho que os guste, llega el momento en el que es demasiado, desde los Museos, se sale una entrada lateral de la Plaza de San Pedro. Justo al lado de una de las puertas de acceso al propio Estado Vaticano. Os recordamos que es un estado independiente, aunque para una visita al Vaticano, no se precisa visado, ni hay fronteras visibles.
Antes de llegar a la columnata de la plaza, os aconsejamos refrescaros en una fuente pública que hay entre la puerta de la muralla y las columnas de la plaza de San Pedro.
Plaza de San Pedro
Esta plaza es impresionante. Desde nuestro punto de vista, es el centro del mundo. Ni la basílica posee tanta atracción como la plaza. Esta plaza está delimitada por la Columnata de Bernini, que son dos soportales sustentados por cuatro líneas de columnas que, como unos brazos, acogen al visitante que llega desde la Via Concilazione.
En sus dos epicentros hay dos preciosas fuentes, pero lo más impresionante es Obelisco Vaticano, no tanto por su grandiosidad, como el punto donde todo se centra en esta plaza.
La guardia Suiza
Por la plaza es habitual ver policía italiana y guardia suiza protegiendo la ciudad. Especialmente famosos estos últimos por la vistosidad de sus uniformes del siglo XVI.
Acceso a la Basílica
Dependiendo de cada día, se pone un dispositivo u otro de acceso, con detectores de metales y controles de seguridad. Esto crea un problema serio de colas según los equipos disponibles. Esto quiere decir que en algunas ocasiones hemos pasado rapidísimo, y en otras, muy lentamente. Tras esto, te redirigen, generalmente, a la derecha de la basílica. De nuevo es un generalmente, porque pocas veces hemos hecho esta entrada exactamente igual.
Una vez dentro del recinto de la basílica puedes visitar la zona de las tumbas, subir a la cúpula, o ir directamente al interior del templo.
Tumbas de los Papas
Esta “caverna” artificial se crea por una diferencia entre las cotas de la antigua basílica de época romana y la actual. Forma una especie de cripta. Hay otra, la más importante y que se accede desde la basílica y tiene forma de iglesia de cruz latina. Tras bajar se llega a los restos de la basílica primigenia romana y es donde se encuentra la tumba, atribuida a San Pedro.
Pío XII fue uno de los patronos de las investigaciones arqueológicas en el Vaticano a mediados del siglo XX. Tras 10 años de excavaciones salieron a la luz en el suelo de esta cripta restos de esta primera basílica, y bajo ella, una zona de enterramiento romana del siglo I. Entre las tumbas, uno de los nichos contenía huesos envueltos en un paño púrpura e hilos de oro, lo que hace pensar que son los correspondientes a San Pedro.
Estos huesos se conservan en su posición original, en la vertical del Altar del Papa, bajo el baldaquino y la cúpula.
Esta parte no la hemos podido ver casi nunca. Pero hay otra zona también subterránea donde se encuentran gran cantidad de tumbas de papas. Esta es una parte de aquella basílica original, pero de “menor” importancia. En estas grutas descansan los restos mortales de la mayor parte de los papas. Evidentemente, el más visitado era el de San Juan Pablo II, pero recientemente ha sido subido a la propia basílica.
El otro de gran veneración, San Juan XXIII, que también está en la propia iglesia, en un ataúd de madera y oro con vidrio y que permite comprobar su cuerpo incorrupto.
Subida a la cúpula del Vaticano
Alguna vez hemos oído decir que Roma es la ciudad de las Cúpulas; ya os hablamos de la cúpula de El Panteón. Pero la Cúpula del Vaticano tiene algo especial. Al ser una de las cúpulas del Renacimiento, además de una de las más grandes, está formada por dos cúpulas con un hueco entre ambas, que sirve para visitarla.
Primero, hay que subir hasta la cornisa. Son bastantes escalones, así que es bueno tener buenas piernas. Es una subida casi vertical por escaleras de caracol de unos 200 peldaños. Esto permite llegar a la cornisa interior del templo. Simplemente llegar hasta aquí es una maravilla por la impresionante vista que ofrece sobre la basílica. Además, ofrece una visión única de los mosaicos interiores.
Luego hay que subir otros 350 escalones más, primero muy en vertical, aunque luego con cierta inclinación ajustándose a la estructura de la propia cúpula. Cuidado, porque genera una cierta sensación de mareo y desorientación. El resultado por todo este esfuerzo es llegar a un balcón sobre la linterna con unas vistas maravillosas ahora sí, de la ciudad de Roma.
La visión es de 360º, por lo que sin duda es una de las mejores vistas de Roma, especialmente repetida es la que alinea el eje de la basílica con la plaza de San Pedro y la Via Consolazione. Un juego de perspectiva precioso.
Paseo por la azotea
De nuevo, hay que bajar de la cúpula, pero tras pasar por las ventanas, hay una parada por la terraza de la basílica. Podéis moveros por el techo. Hay partes a las que no se puede acceder por las verjas, pero aun así todo lo que se puede ver desde ahí arriba sigue siendo espectacular.
Y ya tras esto, finalizaría la bajada, de nuevo entrando al interior del templo.
Visita a la Basílica de San Pedro del Vaticano
No hay dos basílicas como esta. Incluso aunque no seáis creyentes, la grandiosidad de esta construcción es única. Ya no solo por el tamaño, la altura,.. que ya es suficiente para que te enganche. Es todo el concepto.
La basílica primigenia era de época romana, Las obras fueron ordenadas por el emperador Constantino. En este templo original se coronó entre otros, el emperador Carlomagno, declarándose como protector de la Iglesia. Pero a esta iglesia el abandono de la sede del Papado por varios siglos a Avignon, en Francia no le sentó nada bien. Al retorno a Roma a inicios del siglo XV, se descubrió que estaba en un estado ruinoso, por lo que se hizo un plan de restauración. Pero a Julio II, fundador de los Museos Vaticanos como te hemos contado, la estructura con añadidos no le terminaba de convencer, por lo que definitivamente optó por construir una basílica nueva.
El primer proyecto era una basílica en forma de cruz griega, “similar” (guardando la distancia) con il duomo di Venezia. Aunque este proyecto no llego a ejecutarse, siendo modificado por el camino por cambios introducidos a los pies de la cruz por Rafael y Sangallo, que modificaba, la cruz griega por la cruz latina, ampliando las otras naves usando toda la superficie disponible. Tras esto, hubo otros cambios, incluso Miguel Ángel propuso retomar la idea de cruz griega, aunque finalmente se impuso el concepto de cruz latina, que es lo que vemos hoy.
El altar mayor, sobre el que está un Baldaquino sujetado por columnas salomónicas, está sobre la tumba de San Pedro. Coincide con el original de esa basílica romana.
Está en medio de las cuatro grandes columnas que sostienen la cúpula. En cada esquina los cuatro evangelistas que sostienen la Fe.
Tras de sí, la girola del templo. De enormes proporciones. Cada capilla es una maravilla, pero la más especial, aunque excesivamente recargada para nuestro gusto (es lo que tiene el barroco) está Presbiterio, donde se encuentra como flotando, la Silla de San Pedro.
Es un monumental relicario que simula la que la tradición dice que era la que le gustaba usar a San Pedro. Pero lo espectacular es la vidriera que ilumina esta capilla. Una paloma simbolizando al Espíritu Santo desciende sobre el Papá, para inspirarle la Verdad.
Capillas de la Basílica
En las diferentes capillas se ofician misas en diferentes idiomas. Cada cual es una maravilla en sí misma. Entre sus muros hay preciosas tumbas de papas y santos.
Capilla de la Piedad
Si todas las capillas son magníficas, hay una especialmente impresionante que acoge a la escultura culmen del arte universal. La Piedad de Miguel Ángel. Esta capilla está protegida por un cristal blindado para evitar un nuevo atentado, como el que sufrió 1972.
La obra, de una calidad, ternura y ejecución única, muestra el dolor de una madre con su hijo muerto en sus brazos. La obra, está ejecutada para ser observada desde todos los lados, aunque el principal y ahora único es de frente.
Pocas cosas más se pueden añadir. Disfruta de la armonía de este templo, el arte y todo lo que contiene. Y si además eres creyente, encuentra aquí la paz y el perdón.
La puerta Santa
Antes de terminar con este pequeño repaso, haremos un pequeño inciso en el pórtico de entrada de la Basílica. Para entrar oficialmente a la basílica hay 5 puertas, cada una tiene su nombre y su significado. De izquierda a derecha son: «Puerta de la Muerte», «Puerta del Bien y del Mal», «Puerta de Filarete», «Puerta de los Sacramentos» y «Puerta Santa».
- Puerta de la Muerte, dedicada a sacar los cuerpos de los papas difuntos por orden de San Juan XXIII.
- Puerta del Bien y del Mal, realizada a mediados del siglo XX.
- Puerta de Filarete, que es la puerta principal.
- Puerta de los Sacramentos, en la que se representa un ángel anunciando los siete sacramentos.
- La Puerta Santa.
Esta Puerta Santa es muy especial porque aparece tapiada desde el interior y solo se puede abrir por el Papa, cuando declara un Año Santo. Los peregrinos que entran por ella consiguen indulgencias especiales.
Salida de nuevo a la Plaza de San Pedro y Via della Conciliazione
Saldremos de esta basílica y podremos parar un poco. Dependiendo de cuánto tiempo hayas invertido en visitar los Museos Vaticanos y el templo, igual lo más interesante es comer algo. En Via Conciliazione hay muchos y muy buenos restaurantes. Pero muy caros y casi siempre llenos. Nuestro consejo es que, para aprovechar más el tiempo, aunque sea igualmente una estafa, comer algo improvisado en algún puesto.
Si bajáis esta arteria, que ya no es Ciudad del Vaticano, habréis atravesado la frontera que se encuentra en la linde de la plaza de San Pedro. Esta avenida es moderna. Se inició en 1939, aunque se tardaron varios años en finalizar. Aunque la idea partió de arquitectos de época fascista, se inspiraron en los bocetos originales de Bernini.
Visita al Castel Sant’Angelo
Este castillo, a los pies del Ponte di San’Angelo es una construcción de origen romano, creada por el Emperador Adriano para ser el mausoleo familiar de los emperadores, aunque finalmente terminará como una edificación militar.
Origen del Castillo
Este edificio era equivalente del Mausoleo de Augusto, para depositar sus cenizas y las de sus descendientes. Pero en el siglo V, Roma es saqueada por los Godos, se pierden las cenizas de los emperadores y sus familias.
En algún momento entre este saqueo y finales del siglo VI, cuando el Papa San Gregorio Magno está realizando una procesión, este monumento funerario es fortificado a modo de castillo, ya que tiene una aparición del arcángel San Miguel en lo alto del castillo, como ya lo define. En esta visión el arcángel guarda su espada y con esto la peste que azota la ciudad desaparece.
El Lugar donde se posó el arcángel se conserva en los Museos Capitolinos. Ahí hay una piedra con la huella de un pie y se dice que es la marca que dejo San Miguel.
La construcción será mejorada a modo de fortificación, especialmente en el siglo XIV, cuando solo se permite una única entrada y se realiza un foso en su entorno. Mejorarán las capacidades defensivas a lo largo del siglo XV, dotándole de capacidad ofensiva artillera con unos baluartes, al igual de hermosas y nobles estancias los Papas Nicolás V y Alejandro VI.
Esta fortaleza sirvió de refugio a varios Papas, entre ellos a Clemente VII en 1527, que se alió con el rey de Francia Francisco I, rival de Carlos V, por lo que fue sitiado y conquistado por las tropas de Carlos I de España, Emperador de Sacro Imperio Romano Germánico, durante el famoso “Saqueo de Roma”, il sacco di Roma. Igualmente sirvió de refugio al Papa Pío VII contra las tropas de Napoleón, pero finalmente lograron tomarlo y hacer prisionero al Papa.
Para la visita al Castillo de San Ángelo
Lo ideal es realizar esta visita a medio día. Entendemos que estéis cansados después del Vaticano, pero es el momento de menor afluencia de gente y por tanto un buen momento para la visita.
Actualmente, es un museo y se pueden visitar las estancias militares con subidas a las terrazas y pasadizos entre bastiones. Pero posiblemente la parte más interesante es la parte noble creada por Alejandro VI para ser sus estancias particulares en caso de asedio. Estas habitaciones, así como la cámara del tesoro están decoradas finamente con pinturas renacentistas y pinturas neopompeyanas.
Información útil para la visita
Situación:
Lungotevere Castello, 50
00193 Roma (Italia)
Contacto
telf.: +39 06 681 91 11
@.: info@tosc.it
web: castelsantangelo.beniculturali.it
Horarios de apertura
Abierto todos los días, en horario de 9:00 a 19:30 horas.
Excepciones: el 1 de enero, 1 de mayo y el 25 de diciembre. Extraordinariamente, se puede encontrar el castillo cerrado por otras causas.
Precio de la entrada
El coste de la entrada varía a lo largo del día.
- Desde las 9:00 a las 11:00 horas, tiene un coste de 5 €/persona.
- Desde las 11:00 horas hasta el cierre, 14 €/persona.
Para los jóvenes de 18 a 25 años, tiene un coste reducido de 2 €/persona.
Para los menores de edad es gratuito.
Existen entradas gratuitas para estudiantes de la Unión Europea.
No obstante, si deseas entrar sin colas y con una visita guiada, te recomendamos la reserva online previa.
Además de audioguías, se hacen visitas guiadas en varios idiomas, consultar in sitú. Igualmente, para grupos de no más de 15 personas, hay un tour especial que recorre el corredor secreto de Clemente VII.
Il Passetto di Borgo
Como hemos dicho, entre el Vaticano y Sant’Angelo existe un pasillo que permite la comunicación entre estos dos edificios que dista unos 500 metros. Sobre una vieja muralla construida en tiempos de las Guerras Góticas. El pasillo ha sido usado por varios Papas para trasladarse a la seguridad del Castillo. Existen dos pasos. El que se ve, sobre la muralla a 14 metros de altura, y otro, interior y escondido de la vista en el interior del muro.
Este pasillo carece de interés para la Iglesia al perder la posesión del Castillo. Desde 1991 es reconocido por la Santa Sede como propiedad del estado italiano, salvo los 80 primeros metros.
Es posible es ciertas ocasiones pasear por él. Aunque nosotros nunca lo hemos logrado.
Cruzamos el Ponte Sant’Angelo
De los muchos puentes de Roma, este es posiblemente el más bonito y hermoso. Es peatonal y sobre cada pilastra una escultura de un ángel con los diferentes símbolos de la Pasión de Cristo. Pero anteriormente hubo santos. En principio, desde el lado del centro de Roma estaban, Pedro y Pablo, después evangelistas y otros santos de la Iglesia Católica. En siglo XVI, estas esculturas se requisaron para el Papa, que las sustituyó por los ángeles que hay hoy.
La historia de este puente se inicia en inicios del siglo II, construido por Adriano para conectar la ciudad de Roma con su mausoleo, esperando así expandir la ciudad Roma por el otro margen del río Tíber.
Hoy es totalmente peatonal y posee una de las mejores vistas del Castelo di Sant’Angelo. Este puente era atravesado por los peregrinos al Vaticano, que primero veían el castillo y luego ya tomaban las últimas calles hacia el vaticano.
Concluyendo
Tras cruzar el río Tíber, estamos en la zona antigua de Roma. El Vaticano te ha podido llevar todo el día, o prácticamente todo. En la siguiente parte, te contaremos un paseo por los márgenes del Tíber, el conocido como Lungotebere. El río como está muy controlado ahora, tiene dos paseos a lo largo de sus márgenes, por lo que se utilizan especialmente cuando hace bueno, para instalar puestos en plan feria.
Información de interés de Roma
En esta publicación vamos a ser muy superficiales, para información más detallada, os recomendamos visitar la publicación anterior, Roma en tres días, Día primero.
Cómo llegar
Lo más habitual es llegar a Roma en avión; desde alguno de los tres aeropuertos de la ciudad. Los dos más habituales son Roma Fulmincino, desde donde operan las compañías grandes; y Roma Ciampino, más habitual para compañías de bajo coste. Llegar a la ciudad eterna desde estos aeropuertos puede ser una locura.
Desde Fulmincino, lo más cómodo es usar algún servicio transfer Roma Aeropuerto, Aeropuerto Roma, ya que las lanzaderas estándar no las recomendamos, porque para justificar el alto precio, terminan haciendo «una vuelta turística» sin sentido, y el tiempo en Roma, es oro.
Existe transporte público, pero cuidado, porque hay que conocerlo y no siempre es sencillo si es la primera vez que se hace, aunque es significativamente mucho más económico.
Dónde alojarse
Otra cosa no tendrá Roma, pero hoteles hay para todos los gustos. Si en la anterior publicación os remitimos al centro, en esta ocasión os sugerimos la zona próxima a la estación de Términi. Un hotel al que hemos vuelto en numerosas ocasiones es el Hotel Donatello.
Está un poco lejos, pero permite visitar fácilmente la Basílica de San Giovanni in Laterano y Santa Maria la Maggiore; y gracias a su proximidad a Piazza Vittorio Emmanuelle, tenéis una buena conexión con Metro, o con los tranvías que pasan por la Via Porta Maggiore, que os permiten ir al centro. Pero sobre todo, de este hotel nos encantan los desayunos en el patio interior, con el ruido de una fuente.
Dónde comer
Y lo único que hay más que hoteles en Roma, son lugares para comer. Para este día, os recomendamos aprovecharlo bien con algo de comida para llevar. Hay miles de puestos. Salvo comida para llevar, no pidáis pizza. Eso es para cenar. No obstante, si no os podéis resistir, tendréis que saber que la masa de pizza romana es muy gruesa, al contrario de la pizza napolitana que es siempre fina.
Platos típicos de la gastronomía romana
Si algo caracteriza a la gastronomía es que no es de ingredientes rico; más bien, es la culminación de la simplicidad, con ingredientes muy básicos, pero obteniendo unos óptimos resultados. Uno de los platos más característicos de Roma y su región, Lazio; son unos spaghetti carbonara; ojo, no llevan ni nata ni la salsa es líquida. Si los veis así huid. Otros platos recomendables como típicamente romanos, serían Bucatini all’Amatriciana y pasta con cacio e pepe, o los gnocchi ai quattro formaggi, unos fantásticos «ñoquis» a los cuatro quesos.
Más platos típicos de la cocina romana, sobre todo hullendo de la pasta (si, hay más gastronomía en Italia más allá de la pasta), serían la trippa alla trasteverina, una especie de callos; coda a la vaccinara, rabo de vaca estofado, saltimbocca a la romana, filetes de ternera rellena con jamón y salvia; porchetta, que es un cerdo asado.
Y por supuesto, a última hora, siempre podréis ir a algún bar, y participar en un aperitivo italiano. Se trata de una costumbre venida del norte de Italia, aunque ya muy extendida. Por una consumición ligeramente más cara, puedes «picar» algo de comida. Lo típico son ensaladas, embutidos, quesos, algún panino,.. Sirve también como un sitio social de carácter informal.
Actividades y compra de entradas
No hace falta decir que en Roma hay cientos de cosas que ver y visitar. Imposible ver todo en un viaje. Esto hace que sea recomendable tener las entradas reservadas de forma anticipada; así además de asegurar la visita, evitaremos colas insoportables y aprovecharemos el tiempo mejor. Advertimos que visitar el Vaticano y sus museos, y más con guía para no perderte nada, no es barato, aunque merece la pena cada euro gastado.
Lo más recomendado, al menos si es la primera vez que visitas el Vaticano, es una visita guiada por los Museos Vaticanos y Capilla Sixtina. De esta forma descubriréis muchas más cosas de las que os hemos contado en esta guía. Y por poco más, podéis tener un tour con primer acceso a la Capilla Sixtina y entrada a los Museos Vaticanos sin colas. Te explicarán con detalle cada significado de esta maravilla de Michelangelo. Pero advertimos, que hay que estar a las 7:45 am. horas en la calle Viale Vaticano de Roma y solo está disponible los viernes y sábados. Toca madrugar un poco.
Otro elemento importante a concertar es la visita guiada por la Basílica de San Pedro con subida a la cúpula. El mundo a tus pies, casi literalmente hablando. También os recomendamos reservar una visita guiada por el Castillo de Sant’Angelo, con subida a la terraza.
Y como no solo recomendamos actividades caras, también podéis reservar free tours, como este por los alrededores del Vaticano, que podéis dejar reservado. O, para más tarde, por la misma ciudad de Roma. Para los que estén más días, pueden hacer muchas más cosas en Roma.
Retazos de historia
Nos centraremos en la historia de la Iglesia Cristiana en Roma, al estar hablando del Vaticano. Las primeras comunidades cristianas se establecen en Roma en torno al año 50 dC. Son unas comunidades fundadas por Pablo de Tarso, el Apóstol viajero. Antes de ser capturado definitivamente, invita a Roma al apóstol San Pedro. Ambos serán capturados. Pedro será crucificado junto a la colina vaticana y Pablo decapitado extramuros.
Aun así, el avance del cristianismo seguirá creciendo entre la población del imperio, pese a las persecuciones de los Césares. Por ello, vivirán en la clandestinidad, reuniéndose y enterrándose en las famosas catacumbas; aunque como otros cultos perseguidos. Aunque hay ejecuciones en los circos y anfiteatros, caso típico del Coliseo, estas serán menos de las que se han mitificado y ni siquiera serán en estos lugares públicos.
Pasaremos por algunos otros monumentos de Roma, como la isola tivertina y terminaremos el día en el barrio bohemio del Trastevere, es decir, detrás del Tíber.
Y ahora vuestro turno, ¿Habéis hecho alguna vez una visita al Vaticano? Qué os pareció? compartid vuestras experiencias dejando un comentario.
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