Hace ya bastante de nuestro paso por esta bella localidad del centro sur de Navarra. En nuestra ruta por Navarra, paramos a visitar Olite, y aun así, el recuerdo que deja esta noble población de Olite perdura e invita a recorrer de nuevo sus calles medievales; y por supuesto, su magnífico castillo romántico, que aunque es una rehabilitación para evitar perder esta joya del siglo XIV sigue manteniendo un encanto difícil de olvidar.
Índice de contenidos
Aunque en Olite, posiblemente el castillo sea lo que más llame la atención, no es el único atractivo de esta población que por su tamaño bien parecería no dar para mucho más, pero como veréis, sorprende.
¿Qué ver en Olite? No te pierdas este patrimonio:
- Castillo de Olite.
- Iglesia de Santa María la Real de Olite.
- Iglesia de San Pedro de Olite.
- Palacio de los Teobaldos, Castillo viejo de Olite.
- Monasterio de San Francisco.
- Murallas romanas.
- Museo de la Viña y el Vino de Navarra.
- Bodegas de Olite en la Ruta del Vino de Navarra.
- Otros atractivos.
Información general para visitar Olite:
Esperamos que os sea de utilidad.
Guía del patrimonio de Olite
Aunque nos vamos a deleitar con el castillo de Olite, veremos más cosas interesantes que complementan al castillo.
Castillo de Olite
El actual castillo es una rehabilitación profunda que se realizó para salvar el castillo de Carlos III el Noble, rey de Navarra. Si bien, esta construcción del siglo XIV fue una ampliación sobre un castillo previo para transformarlo en algo más similar a un palacio residencial gótico, con carácter defensivo, al estar protegido en el interior de un castillo. El resultado fue conocido como el Palacio de los Reyes de Navarra.
Para el viajero actual, en Olite, más que un castillo, podrían parecer dos; y es que la construcción de este gran castillo-palacio fue un tanto caótica, con ampliaciones y replanteamientos constructivos a lo largo de la historia. Con el paso de la historia y su abandono, se fue debilitando. Pero la puntilla lo puso la Guerra de la Independencia, cuando el guerrillero Espoz y Mina mando su incendio para evitar que sirviera de fortaleza al enemigo francés. De esta forma una gran parte se vino abajo; la zona de unión entre el castillo viejo y la ampliación del castillo nuevo.
Los dos recintos, hoy entes separados
El castillo viejo se conservó en bastante buena situación, por lo que fue rehabilitado hace años para albergar el Parador Nacional de Olite. La zona que lo integraba con el castillo nuevo se perdió. Durante nuestra visita se sigue trabajando para rehabilitar, en la medida de lo posible la continuidad entre ambas partes.
Temporalmente el acceso al castillo de Olite se realiza por esta zona, a través de un área que sigue en rehabilitación y estudio arqueológico. Esta parte era conocida como el palacio de la reina.
El castillo, palacio nuevo, está bastante trabajado. Aunque con paredes desvestidas de cómo debieron ser en la mayor parte, aún es posible, gracias a una rehabilitación integral, disfrutar e imaginar cómo debieron ser estas estancias, con sus jardines, fosos y torres de uno de los castillos que fue admirado en su tiempo como uno de los más bellos. Esta parte era ocupada de forma temporal por los virreyes de Navarra, por lo que no tuvo el mantenimiento preciso durante muchos años.
Unos trabajos de restauración para devolver el esplendor de otros tiempos
Como os hemos contado, el castillo palacio de Olite sigue estando en proceso de restauración. Estos trabajos se iniciaron a inicios del siglo XX, debido a que el siglo XIX fue desastroso para este castillo. Al contrario que durante su construcción, este proyecto es global y pretende actuar sobre todos los restos tratando de dotar a este palacio de todo su esplendor estructural original.
Pese a que aún no han terminado los trabajos de restauración, los trabajos en el castillo viejo han dado fruto en el Parador Nacional de Turismo de Olite, como una instalación hotelera de gran valor y en el castillo nuevo, las obras permiten ya disfrutar de la inmensa mayoría de las instalaciones. No obstante y gracias a la ley de restauraciones patrimoniales, es fácil distinguir los elementos históricos originales de los restaurados. De las ricas decoraciones interiores nada queda y se ha perdido para siempre. Lo poco que hay son solo suposiciones.
Durante las ampliaciones de Carlos III, este palacio fortaleza contaba con unos hermosos jardines exteriores, según nos llega, pero no se ha conservado nada, ni una descripción que permita una rehabilitación. No obstante, en los patios interiores, se han podido replantar algunas plantas y árboles para devolver a la vida el pasado palaciego de este castillo lleno de romanticismo.
Qué se puede visitar
Este castillo merece la pena ser visitado. Seguramente con una visita guiada se le saque aún mayor partido, pero al viajar con niños pequeños no nos fue posible más que una visita por libre. Aun así, es una experiencia recomendable, pues es una construcción maravillosa, y es que como dejaron testimonio ilustres viajeros medievales, este palacio fortaleza fue uno de los más bellos y lujosos palacios de toda Europa.
Sin duda, este es el monumento medieval más importante de Navarra y parada obligada en una visita a este territorio.
La experiencia
Entrando por los restos del conocido como palacio de la reina, o capilla de San Jorge, hoy desaparecida, nos adentramos primero entre los primeros patios de armas del castillo, que poseían jardines para hacerlos más agradables. Desde aquí se pueden visitar las bodegas, donde se almacenaban todo clase de mercancías perecederas. Una de estas bodegas, sujetada con una bóveda de arcos apuntados es actualmente un miniauditorio con un escenario donde realizar diversos eventos.
Este castillo palacio poseía incluso una fresquera, una construcción de forma cupular que permitía con hielo y paja, hacer las veces de nevera en época medieval.
Subida a las torres
Subiendo a las partes más nobles de esta residencia, este castillo posee un nivel del que nacen muchas torres. Abajo quedan los patios interiores, como patios de luces.
El cuerpo de la torre del homenaje, junto a su patio y galerías era la parte palaciega principal. Os llamarán la atención las chimeneas. La presencia de estas nos indican que eran la parte más cortesana, ya que están “climatizadas” para aguantar el frío del invierno. Otro elemento muy importante es la galería orientada al sur, que permite captar el máximo de rayos de luz solar para calentar las estancias.
Las torres del recinto
Aunque fue un palacio, anteriormente fue una fortaleza, por lo que como recinto militar, posee torres vigías y torres defensivas. Es la disposición, aparentemente caótica, la que confiere esta singular belleza al conjunto, donde las torres palaciegas se entremezclan con las militares.
Información para la visita
Horarios de apertura
De forma genérica:
- De enero a marzo: de 10:00 a 18:00 horas.
De abril a junio: de 10:00 a 19:00 horas.
Julio y agosto: de 10:00 a 20:00 horas.
Septiembre y octubre: de 10:00 a 19:00 horas.
Noviembre y diciembre: de 10:00 a 17:30 horas.
Hasta donde sabemos, abren todos los días y cada día posee unos horarios propios programados con las visitas guiadas y otra serie de actividades. Recomendamos consultar la web del castillo.
Precio de las entradas
Existen varios tipos de entrada, debido a que la experiencia puede ser visita libre, guiada, especial para niños y visita teatralizada. No todos los días hay todas, por lo que os recomendamos visitar la web previamente, incluso podréis comprar la entrada anticipada.
Visita libre
Adultos: 3,50 €/persona.
Reducida; niños de 6 a 13 años, mayores de 65 años y estudiantes con carnet joven europeo: 2 €/persona.
Niños de 0 a 5 años: 0 €/persona
Visita guiada
Adultos: 5 €/persona.
Reducida; niños de 6 a 13 años, mayores de 65 años y estudiantes con carnet joven europeo: 3,50 €/persona.
Niños de 0 a 5 años: 0 €/persona
Visita guiada infantil
Una visita adaptada a niños de 3 a 8 años, con un máximo de dos adultos por niños.
Adultos: 4,50 €/persona.
Reducida; niños de 3 a 13 años, mayores de 65 años y estudiantes con carnet joven europeo: 4,50 €/persona.
Niños de 0 a 2 años: 0 €/persona
Visita teatralizada
Adultos: 10 €/persona.
Reducida; niños de 6 a 13 años, mayores de 65 años y estudiantes con carnet joven europeo: 6 €/persona.
Niños de 0 a 5 años: 0 €/persona
Iglesia de Santa María la Real
Esta fue la iglesia más importante de Olite en la edad media. La construcción gótica actual posee algunos añadidos renacentistas posteriores. La iglesia nació como una capilla accesible para el castillo palacio de los reyes de Navarra, aunque con el tiempo fue ganando en importancia y llegó a ser una parroquia propia. Esta capilla, dedicada a San Jorge se perdió cuando se vino abajo el palacio de la reina que unía las dos partes del castillo, y que integraba parcialmente a esta iglesia.
Fachada principal y atrio
El acceso principal se realizaba originalmente por la fachada principal. Esta fachada destaca por poseer un precioso conjunto escultórico gótico que tiene claras influencias en la Catedral de Notre Dame de París. La puerta principal queda enmarcada en una portada con arcos ojivales y queda rematada por un friso en el que quedan representados los apóstoles.
En el arco del dintel está la Virgen María con el Niño en el centro y varios pasajes bíblicos de la infancia de Jesús.
El remate de la fachada que remarca aún más el estilo gótico es el rosetón de gran tamaño y dos rosetones menores que decoran los huecos entre arcos. Los vidrios no son antiguos, ya que son añadidos repuestos en 1998.
El atrio de entrada
Esta fachada gótica debió estar de alguna forma techada formado un atrio de acceso. Lo que hoy queda son las columnas que forma este atrio, que igualmente pudo ser una especie de claustro abierto.
La torre campanario
En el siglo XV se le añade esta torre campanario. Pero a su vez se reaprovecha parte de una torre romana previa a la que se le añaden dos nuevos cuerpos. En uno de ellos irán las campanas. Además esta torre quedará integrada en el propio castillo palacio.
Interior
No os podemos dar una gran descripción del interior, pues llegamos durante la celebración de la misa dominical, por lo que no nos pudimos detener excesivamente, además de estar muy llena. Lo más destacable según las guías de la ciudad, es el retablo mayor, de estilo renacentista con tablas de estilo italiano, flamenco y alemán. Fue colocado en 1528.
En este retablo, se venera una talla gótica de la Virgen con el Niño.
Iglesia de San Pedro
Es imposible no ver esta iglesia en Olite, ya que destaca desde lejos por una curiosísima aguja, visible desde kilómetros de distancia. Esta iglesia estuvo en el cerco exterior de la ciudad amurallada original. Se construyó sobre otra iglesia dedicada a San Felices. Aunque la edificación original es de finales del siglo XI, no fue hasta el siglo XVI que alcanza el rango de iglesia parroquial independiente.
Esta iglesia tuvo un cabildo que dirigía el resto de las parroquias de Olite. Parte de la importancia de esta iglesia era ser la dedicada al patrón de Olite, San Pedro, aunque ahora se celebren las fiestas en otra fecha.
Elementos interesantes
Esta iglesia es de estilo basilical, con tres naves. La central más ancha que las laterales. Posee grandes aportaciones posteriores que tapan al románico original, como el coro gótico de su interior, del siglo XIV. En el siglo XVIII se decide ampliar la construcción, y se eliminan los ábsides.
El pórtico de entrada en románico, del siglo XII, con una puerta de acceso de medio punto y con arquivoltas; pero el tímpano y el dintel son góticos.
La torre de aguja
Es imposible no destacar esta aguja, tan llamativa, ya que se levanta hasta los 54 metros de altura en un cubo de la muralla de Olite. La aguja es octogonal, con ventanales compuestos con rectángulos y arcos en punta.
El Claustro
Esta iglesia está dotada de un claustro medieval en el lado del Evangelio. Está construido a mediados del siglo XIII con una notable influencia cisterciense.
Palacio de los Teobaldos
Este palacio es actualmente el Parador Nacional de Turismo de Olite. Fue parte de los antiguos Palacios reales de los reyes de Navarra. Con la construcción del castillo principal, esta parte quedo un tanto desactualizada, porque era el palacio viejo. Con el tiempo ha sido conocido como Palacio de los Teoblados, como un ente independiente, pero era parte del complejo.
Al igual que los otros elementos del conjunto palaciego de Olite, sufrió especialmente durante la guerra de la independencia. Afortunadamente los cimientos, de época romana eran fuertes y pese a estar más de 50 años totalmente desatendido, en el primer cuarto del siglo XX se pudieron iniciar unos trabajos de restauración.
En la actualidad
Hoy se puede disfrutar de este edificio sólido y bien rehabilitado, transformado en el Parador Nacional de Turismo de Olite. Es una buenísima opción, aunque no la más económica para alojarte en la localidad. No obstante, siempre puedes tomar un café y hacer un descanso en las antiguas caballerizas, transformadas en cafetería, y si hace bueno, en la terraza de la plaza de los Teobaldos.
Convento de San Francisco
Este convento llama la atención por lo monumental que es. En su momento debió estar extramuros de OIite e incluso hoy sigue estando a las afueras, aunque a la vista del Castillo Palacio. Este convento está gestionado por la orden Franciscana. El actual edificio suponemos que no tiene mucho que ver con el original, que inició su construcción en el siglo XII y en principio debía ser una construcción modesta.
Durante el siglo XIII es cuando los reyes Teobaldo II y Teobaldo III dan apoyo a esta comunidad para ayudarles en la finalización de las construcciones, que serían finalmente terminadas durante los reinados de Juana II y Carlos II. De nuevo Carlos III y su hija Doña Blanca patrocinarán actualizaciones en el edificio a inicios del siglo XV, son la actual portada y los sepulcros góticos.
La primera morada de los frailes franciscanos fue un edificio modesto; en el siglo XIII reciben el apoyo económico de Teobaldo II para las obras y en tiempos de Juana II y Carlos II se culminaría la construcción del convento. Ya en época de Carlos III y su hija Doña Blanca (siglo XV) corresponde la actual portada y sepulcros góticos.
Olite, todo un conjunto histórico artístico
Olite, tal y como se puede ver si se observa el mapa, no es excesivamente grande, pero igualmente es fácil de deducir que gracias a su cuidado aspecto es un precioso conjunto histórico artístico. Sin entrar en grandes detalles, aconsejamos dejarse perder por sus callejuelas, en la mayor parte peatonalizadas; disfrutar de sus dos principales plazas; la plaza de los Teobaldo, donde está el Parador Nacional; y Plaza de Carlos III “El noble”.
A lo largo de este paseo, seguro que descubrís grandes encantos, como las galerías medievales, localizadas en la Plaza de Carlos III, las murallas de origen romano o la puerta al recinto medieval protegida por una torre.
Las murallas de Olite
Empezamos por este elemento por ser posiblemente uno de los que más destaca. Estas murallas encerraban completamente la ciudad de Olite, pero el paso del tiempo y el uso de sus piedras como cantera, o bien casas que se adosaron a la propia muralla hace que actualmente no se conserven más que algunos lienzos de la misma, y con bastantes añadidos.
Esta muralla es de época romana; de piedra sólida y resistente ha llegado hasta nuestros días en algunas de sus partes en relativo buen estado. Teniendo en cuenta la compulsa edad media de Navarra, es todo un logro. La mejor parte para verla es junto a la carretera, en su parte este y sureste.
La torre del Chapitel
Esta torre estaba enmarcada en el recinto amurallado de época romana, y posteriormente reforzada durante la edad media. Esta torre protegía una de las entradas a Olite, y como otras torres similares como en Toro (Zamora) o Huete (Cuenca), sirvió por su situación para albergar un reloj.
Esta torre tuvo diversos usos, además del meramente defensivo o lugar de cobro del portazgo, fue un lugar de reuniones de notables de Olite.
Las Galerías medievales
Estas galerías ya se encuentran en el interior del recinto histórico. Hay varias repartidas por Olite, pero la principal está en la importante plaza de Carlos III, abierta al público en 1987; pero hay otras. Estas galerías subterráneas fueron usadas como cavas de vinos, ya que permitían unas condiciones medioambientales óptimas para su crianza y conservación.
Algo más que un pueblo medieval
Como os hemos indicado, es muy recomendable dejarse perder por las calles de Olite, tampoco son tantas. Además de casas blasonadas de época medieval, un viajero con buen ojo descubrirá otro tipo de construcciones más modernas en el tiempo, pues igualmente esta población fue actualizándose, y así encontramos la Casa de la Cultura en la Rúa Mayor, que una rehabilitación de un palacio barroco del Marqués de Feria; el caserón que acoge el Museo del Vino y la Viña, en la plaza de los Teobaldos.
Museo de la viña y el vino de Navarra
Y ya que somos unos enamorados del enoturismo, no podemos dejar pasar la oportunidad de comentaros la presencia de este interesante Museo de la Viña y el Vino de Navarra situado en el antiguo palacio de Santo Ángel, en “una esquina” de la plaza de los Teobaldos. Esta construcción del siglo XVII acoge también la oficina de turismo de Olite, por lo que es casi de paso obligado.
El museo ocupa 4 plantas comunicadas por un patio interior que es también un lugar de muestra de obras pictóricas relacionadas con el vino. En cada una de las plantas se conocen diferentes aspectos importantes en el mundo del vino. Desde la evolución histórica, tanto mitos como realidades; la Viña, lugar de producción de la materia prima; El trabajo en bodega para transformar ese fruto en vino; y por último, la experiencia del vino a través de los sentidos.
Información de interés sobre el museo
Horarios:
Del 12 de octubre a Semana Santa:
De Lunes a viernes, de 10:00 a 17:00 horas.
Sábados, domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 horas.
De Semana Santa al 12 de octubre:
De Lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 horas; y de 16:00 a 19:00 horas.
Sábados, domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 horas.
Para realizar visitas guiadas en grupos, es necesario concertar con al menos 48 horas de antelación.
Situación y contacto:
Plaza de los Teobaldos, 4
31390 – Olite, Navarra
Telf.: +34 948 741 273
@.: info@guiartenavarra.com
Precio de las entradas:
Entrada general: 3,50 €/persona.
Entrada reducida: 2,00 €/persona, para mayores de 65 años, niños de 6 a 13 años y carné joven.
Gratuita para niños hasta 5 años y discapacitados.
Existe una entrada conjunta con el Palacio Real de Olite. Consultar en taquilla.
Enoturismo
Otro de los motivos para visitar Olite son sus vinos. Olite acoge al consejo regulador de la denominación de origen de vino de Navarra. En el propio Olite se dan varias bodegas, algunas visitables. Nuestra experiencia nos llevó a visitar las antiguas instalaciones de la Bodega Vega del Castillo, actualmente oficina comercial, y la Bodega Cosecheros Reunidos, donde tan solo nos tomamos un vino en un buen ambiente.
Sobre los vinos de la primera bodega, nuestros compañeros de A Tavola con il Conte los han analizado y os dejamos el link a sus impresiones de cata y armonía. En cuanto a la bodega que visitamos, las instalaciones las tienen desaprovechadas, desde nuestro punto de vista ya que están en un lugar privilegiado, junto a la muralla romana y en un edificio histórico. Además el personal con el que coincidimos no estaba especialmente preparado. Pero la degustación estuvo bien. Especialmente llamativo el rosado.
Otras bodegas de la zona
No visitamos otras bodegas, por lo que no podemos daros una opinión sobre lo que ofrecen en sus visitas. Os listamos las bodegas en Olite por si queréis tratar de visitarlas:
Bodegas Ochoa:
Quizá sean la más conocidas de la localidad por la calidad de sus vinos y por el gran número de premios que han recibido desde su fundación en 1845. Es una empresa familiar que ha ido pasando sus conocimientos sobre el vino de generación en generación.
Bodegas Piedemonte:
Bodegas Piedemonte fue fundada en el año 1992 por un grupo de viticultores con el firme objetivo de crear un nuevo concepto de empresa basada en la calidad y el esfuerzo constante por evolucionar de acuerdo a los requerimientos del mercado.
Es una bodega moderna inmersa en un fuerte proceso de expansión y con una apuesta firme por la calidad y la internacionalización de sus productos
Bodega Marco Real:
Bodegas Marco Real cuenta en Olite con unas amplias y modernas instalaciones, dotadas con los mejores medios técnicos disponibles para la elaboración, crianza y embotellado de vinos jóvenes, crianzas y reservas.
Bodega Cooperativa Olitense (bodega Vega del Castillo):
Es la primera bodega cooperativa de Navarra y una de las primeras de España. Actualmente es parte de Las Bodegas Vega del Castillo, que es la fusión de otras bodegas cooperativas de la zona de Navarra.
Bodega Pagos de Araiz:
Pagos de Araiz se ha construido y acondicionado con las últimas y más novedosas tecnologías para la elaboración de vino, integrando también múltiples innovaciones en gestión y control de viñedo.
Bodega Cosecheros Reunidos:
Fue creada en Olite en 1913, siendo la segunda cooperativa más antigua de Navarra, y una de las primeras bodegas en renacer después de la filoxera que devastó la vid en Europa a finales del siglo XIX e inicios del XX. La bodega mantiene su sede en el edificio histórico original, recientemente rehabilitado y abierto al público.
Información general de interés para visitar Olite
Como siempre que podemos, compartimos contigo información práctica de interés, por si queréis visitar este precioso pueblo de Navarra.
Cómo llegar
Olite tiene una buena comunicación por carretera, ya que está próximo a la autopista de peaje AP-15. No obstante, esta autopista va en paralelo a la carretera nacional N121 que está en muy buenas condiciones.
No obstante, y si no tienes vehículo propio, Olite cuenta con una estación ferroviaria y con estación de autobuses, por lo que es un destino fácil de visitar.
Dónde dormir
Como os hemos comentado, nosotros no hemos hecho noche en Olite; pero si tuviéramos que hacerlo, hemos estado buscando las opciones que más nos atraerían; Sin duda, la primera opción, aunque igual algo más caro de lo estándar, pero con una garantía de excelencia, el Parador Nacional de Turismo de Olite, siempre es una gran opción.
No obstante, en versiones igual más modestas, y siempre como referencia estar cerca del centro, Hotel La Joyosa Guarda. O bien, el Hotel Ducay, súper bien situado; o el Hotel Restaurante Casa Zanito.
Luego habría más opciones, pero ya en la próxima localidad de Tafalla.
Dónde comer
Como descubrimos a lo largo de nuestro viaje por Navarra, en general se come muy bien, aunque no barato en toda esta comunidad autónoma. En Olite no nos quedamos a comer, ya que debíamos continuar el viaje, aunque nos documentamos y nos recomendaron los siguientes lugares. El Restaurante Casa Zanito, el Bar Restaurante Ducay y el Asador Erriberrí.
Y aunque no nos lo nombraron, habiendo un Parador Nacional, por experiencias previas, sus cocinas elaboran unos menús extraordinarios, y en ocasiones suelen tener unos menús degustación con productos de la zona y de temporada que es una maravilla, aunque no sea barato.
Por lo que nos han dicho, los fines de semana y festivos, es típico que la mayor parte de bares y restaurantes de Olite disponga de una amplia variedad de pinchos y tapas que saborear con los vinos de la DO. Navarra.
Breve relato histórico
Hasta donde se sabe, Olite nace como un asentamiento romano que usa una pequeña elevación del terreno para instalar una atalaya de vigilancia y de ahí empieza a crecer un núcleo urbano. Además se han localizado varias villas romanas del siglo III en la zona.
Pero el primer registro escrito sobre Olite se lo debemos a San Isidoro de Sevilla, citando en su Historia de Regibus Gothorum que es el rey godo Suintila el fundador oficial de la ciudad de Oligicus u Ologite en el 621, refortificando la ciudad para frenar a los vascones. Olite recibe en 1147 una carta de fuero similar a la de Estella de la mano de García IV Ramírez «el Restaurador», rey de Navarra.
Aunque estos privilegios le permite desarrollarse, la época de esplendor llega durante la baja edad media, al ser elegida por Carlos III “El Noble” para construir sus palacios y convocar cortés en Olite durante el siglo XV, lo que la convierte en capital de la comarca o merindad. Ya en época moderna recibe de Felipe IV el título de ciudad.
El siglo XIX fue desastroso para Olite, como para casi toda España y solo con las exportaciones de vino empieza a remontar, si bien la filoxera hizo estragos en el campo navarro. Pero los movimientos cooperativistas agrarios llevan a ser sede de la primera y segunda cooperativa de vinos de Navarra y la tercera de España.
Y ya ves, que aunque pequeña, esta localidad es perfecta para disfrutar de una escapada diferente, y que además se complementa con otros destinos próximos, como Tudela, Tafalla o como ya indicamos Pamplona o el Camino de Santiago por Navarra.