Tan verde como Galicia, la Sierra de Gata es una de las comarcas más verdes de toda Extremadura. Situada en el extremo noroeste de la provincia de Cáceres, la Sierra de Gata hace frontera con Portugal (al oeste), con la provincia de Salamanca (al norte) y las comarcas de las Hurdes y Alagón (al este). Su peculiar aislamiento a lo largo del tiempo ha hecho que en sus pintorescos pueblos aún se hablen dialectos propios como «A Fala» o el Extremeño, procedentes de los primeros pobladores astur-leoneses. La Sierra de Gata es un destino obligado para los amantes de la naturaleza y la autenticidad de las formas de la vida rural.
A continuación, te contamos algunas de las experiencias más interesantes que puedes disfrutar en esta comarca tan desconocida para muchos, y que hemos vivido en primera persona.
1. Visitar el Castillo de Trevejo de noche, un lugar mágico
Tras subir por una sinuosa carretera, llegamos a Trevejo, un pequeño pueblo parado en el tiempo. Es casi de noche. Aparcamos a la entrada del pueblo, en una plaza empedrada que hace las veces de parking. Nos recibe Verónica, la persona encargada de los Apartamentos A Fala, el alojamiento rural que hemos elegido para pasar el fin de semana y descubrir la Sierra de Gata. Decorado con mucho estilo, a nuestro apartamento no le falta detalle. Tiene de todo para poder cocinar, asearse, darse un respiro en la bañera de hidromasaje o pasar un buen rato jugando a juegos de mesa junto a la chimenea.
Dejamos las maletas y caminamos hacia el castillo por un sendero iluminado. Desde allí se contempla todo el valle. Ya de noche, las sombras de la fortaleza del s.XII, hoy en ruinas, y la iglesia, se muestran verdaderamente mágicas.
Al día siguiente, visitamos nuevamente la fortaleza, cubierta esta vez por la niebla. La estampa sigue siendo igual de mágica y bonita. Callejeamos por Trevejo. Sus fachadas en piedra nos hablan de otros tiempos. A los pies del castillo se encuentran una serie de tumbas antropomórficas de piedra en las que al parecer se enterró a algunos de los monjes guerreros que fueron propietarios del castillo.
2. Desayuno Saludable en la Casa Rural el Pilar
Después de visitar Trevejo, cojemos el coche y nos vamos a conocer a Javier y Rosa que nos han prometido un delicioso y saludable desayuno. Son dos enamorados de la Sierra de Gata que, buscando un lugar donde pasar el verano con sus hijos, lejos del bullicio y contaminación de la ciudad, llegaron hasta la localidad de Acebo. Adquirieron un terreno a las afueras del pueblo que contaba con un huerto y varios naranjos. Allí construyeron su vivienda y con el tiempo decidieron quedarse a vivir allí y construir otros tres alojamientos rurales, una piscina salada y el primer «parque de mascotas» (un espacio de esparcimiento para mascotas con gymkana y un chorro de agua donde los animales se refrescan y se divierten).
Ofrecen a sus clientes los alimentos que ellos mismos recogen de su huerto. Si te apetece, puedes encargar un desayuno saludable a base de zumo de naranja natural (de sus propios naranjos), queso fresco de vaca y oveja totalmente artesano (hecho por las manos de Naty, pastora de la zona), mermelada casera, aceite ecológico y otras frutas de temporada. Tienes más información en su web: www.casaruralelpilar.com
3. Darse un chapuzón en plena naturaleza
Si vas en coche, es fácil ver desde la carretera señales que apuntan hacia alguna piscina natural de las muchas que hay en la zona. Y es que la Sierra de Gata cuenta con importantes recursos hidrográficos, además de una gran biodiversidad en sus bosques. No hay pueblo en la sierra que no tenga su piscina natural. Al llegar el buen tiempo, estos espacios se llenan de bañistas que disfrutan de un buen chapuzón en plena naturaleza. Las piscinas naturales de Acebo son las más grandes y frecuentadas. Las más llamativas son las piscinas naturales de Descargamaría, decoradas con originales (y controvertidos en su día) mosaicos de colores.
4. Visita a la almazara As Pontis y cata de aceite Vieiru
Nos chiflan las experiencias gastronómicas, y no podíamos dejar de visitar esta almazara de carácter familiar, que ha sabido ganarse poco a poco el reconocimiento del sector agroalimentario y ha cosechado importantes premios en los concursos internacionales del aceite. Nos atiende Carlos, que nos cuenta emocionado, cómo elaboran sus aceites ecológicos 100% manzanilla cacereña.
El cuidado de la aceituna, desde que se recolecta hasta que se exprime, es máximo. Evitando que la aceituna se caliente o se golpee en extremo. Producen varios tipos de aceite, en función del mercado al que se dirijan. Llama nuestra atención los aceites aromáticos, aderezados con alimentos tan variopintos como ajos, boletus, naranjas, guindillas, café, chocolate, albahaca, tomillo…
También ofrecen catas y degustaciones de sus aceites. Si te interesa el oleoturismo, cuentan con una persona responsable de este tipo de actividades. Consulta más en su web: aspontis.com
5. Comer en A Velha Fabrica y visitar la antigua almazara
El hotel rural y restaurante «A Velha Fabrica» también está regentado por Carlos y uno de sus otro hermanos. Se levanta sobre los restos de una vieja fábrica de textiles y aceites del siglo XIX. El restaurante, que aún conserva elementos de la fábrica como las columnas de piedra, se encuentra finamente decorado.
Los platos estrella de la carta son sus carnes, hechas a la brasa. También hay guiños a los aceites que producen en la Almazara As Pontis, con los que armonizan y acompañan algunas de sus creaciones. Sorprende el precio del menú del día (18 euros) y que ofrecen también en fines de semana. Una relación calidad-precio excelente. Os dejamos algunas imágenes de esta experiencia gastronómica.
Aprovechamos que Carlos sigue por ahí para que nos muestre la antigua almazara. Nos cuenta que planea reformar este espacio con una nueva sala de catas donde antiguamente se hallaban los depósitos donde se almacenaba el aceite. En sus planes también está ampliar sus experiencias de oleoturismo. Puedes consultar más en su web: www.avelhafabrica.com
6. Rutas a Caballo en plena sierra
Nos habían recomendado hacer la ruta a caballo por la Sierra de Gata. Es la mejor forma de contemplar la naturaleza exuberante de la zona. Una actividad tremendamente relajante y un lujo para los que vivimos sobre el asfalto la mayor parte del tiempo.
Nos da la bienvenida Ángel, el propietario y alma del picadero San Miguel en Eljas (Cáceres). Conocido como el “Bareta”, se le ve con muchas tablas en el mundo del caballo. También nos recibe Rosa, propietaria del picadero, y Nelson (su sobrino), encargado de las rutas a caballo. Nos ofrecen los caballos más tranquilos, ya que viajamos con los niños. Nos subimos a los equinos y durante un buen rato desconectamos al ritmo calmado de estos nobles animales.
El picadero ofrece rutas a caballo de 1h, 2h, 3h… Dependiendo de la disponibilidad de cada uno. Una ruta muy recomendable, es la llamada «Ruta del Contrabando» que recrea el camino que seguían los contrabandistas para pasar artículos de un lado al otro de la frontera de Portugal. Esta ruta dura 6 horas y en ella se incluye la comida en un restaurante popular en el país vecino. También ofrecen alquiler de quads y bicicletas. Encuentra más información en su web: paseoacaballo.com
7. Probar las deliciosas burguers de Enigma Café
Enima Café – Burguer es un negocio que lleva ofreciendo bocatas y hamburguesas más de 20 años, con su propietario José al frente. Tiempo suficiente para haber perfeccionado, como él dice, los ingredientes de cada uno de los platos que sirve. Para nosotros, ávidos catadores de este tipo de hamburguesas, nos resultan deliciosas, y con una relación calidad-precio inmejorable. Te recomendamos la hamburguesa de buey (vale 5€ y es la que más se sirve)
También conocimos a su hija María, que en los últimos años se ha unido al negocio, dando un giro al estilo y decoración del local. Si aún no lo hemos dicho todavía, cuenta con una estupenda terraza y discoteca en su parte trasera. Se trata de uno de los pocos lugares donde encontrar ambiente de fiesta al caer la noche.
8. Visitar una típica «Boiga» en Villamiel
Jesús y su mujer Carmen, compraron una pequeña casa con «boiga« (bodega) en Villamiel, para hacer su propio vino de pitarra y tener un lugar para disfrutarlo entre amigos. «Las boigas son típicas en San Martin de Trevejo, pero ésta es la única bodega visitable en Villamiel», nos comentan.
Hoy en día, esta boiga es un bonito lugar decorado con objetos vintage. Una original experiencia de enoturismo que incluye la visita a la bodega, la cata del su vino casero, y la degustación de algunas tapas. Se ofrece de forma gratuita a los clientes de su «Casa Rural La Pastera‘ en Trevejo, o por 3€ por persona, si no se está alojado allí. La casa rural, que pudimos visitarla también, es una casa construida en arquitectura popular de la zona. De alquiler íntegro (mínimo 2 personas), fue completamente reformada y decorada en un bonito estilo rústico. Cuenta con 3 habitaciones, cocina y salón con chimenea. Ideal para hacerse una escapada rural con amigos.
Probamos las cañas de crema que hace Jesús en su panadería de San Martín de Trevejo ¡Deliciosas!
9. Gastronomía típica y relax en el Duende de Chafaril
Ubicado en una antigua casona de San Miguel de Trevejo, el Hotel Rural de El Duende del Chafaril cuenta con 10 habitaciones, jardín, piscina, un coqueto spa (gratuito para los clientes del hotel hasta las 19:00h) y un pequeño restaurante con una cuidada carta que respeta el producto y la gastronomía local.
Es, sin duda, uno de los mejores lugares para probar la gastronomía típica de la Sierra de Gata. Nos atiende un camarero que conoce bien el producto que sirve y con muchas ganas de dar el mejor servicio posible. Se acerca, habla con nosotros. Llega a contarnos que le apasiona la música rock de siempre. Un hombre muy cercano. Enamorado de la sierra y su gastronomía. Nos encanta la gente así…
La carta, muy variada y actualizada, tiene una excelente relación calidad – precio. Destacan los surtidos de quesos de la zona, la torta de Casar, la ensalada de naranja con huevo, el moje de bacalao con pimientos, sus carnes a la brasa, la caldereta de cordero…
Nos ofrecen el vino «Habla la Tierra», un vino extremeño que despunta en los últimos tiempos. El menú del día (15 euros) también en fin de semana, hace muy recomendable la visita a este restaurante.
10. Rutas 4×4 en la Sierra de Gata
Como viajamos con niños muy pequeños nos quedamos con las ganas de recorrer la Sierra de Gata en 4×4. Imaginamos que esta experiencia en plena naturaleza debe ser una aventura muy emocionante e inolvidable. En la web www.sierradegataen4x4.com encontrarás rutas en 4×4 por los lugares más bonitos de la sierra como: La Ruta de la Mina de Wolframio, la ruta de Acebo a San Martín de Trevejo, la ruta del trueque, la ruta a la Sierra de Dios Padre, etc. Puedes reservar tu ruta desde 15 euros por persona.
Algunas ideas más antes de viajar allí:
- Si no cuentas con mucho tiempo para visitar la Sierra de Gata, pero quieres patear algunos de los pueblos más bonitos y tradicionales de la sierra, te aconsejamos: Trevejo, San Martín de Trevejo, Gata y Robledillo de Gata.
- La Ruta A Fala, recorre los tres pueblos donde se habla este curioso dialecto: San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno. Hay un itinerario de senderismo que recorre estas tres localidades. Se trata del sendero de pequeño recorrido PR-CC-184, un circuito bien señalizado, de poca dificultad. Su primer tramo – desde San Martín al puerto de Santa Clara – es el más atractivo y transcurre por el castañar de los Ojestos, el mayor de Extremadura.
- Otras actividades que puedes hacer allí son: la recogida de setas y rutas micológicas, la pesca en el Embalse del Prado de las Monjas, Observación de aves o un viaje al interior de una colmena.
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Si pasais por el pueblo de Gata en la Sierra de gata, no dejéis de pasar por los Apartamentos Sinuhé. Estan totalmente equipados y tienen las mejores vistas a la montaña de toda la sierra.
Recomiendo la casa rural CALLE ATRAS. es una casa muy confortable, bonita y bien equipada. La dueña no puede ser mas amable