Hay una ciudad en el mundo que nos apasiona, y es Roma. Por nuestra trayectoria, hemos disfrutado en incontables ocasiones de la ciudad eterna. Y es que, Roma, por su historia, su arte, su forma de vida,.. resulta una ciudad llena de atractivos, algunos no accesibles realmente a los turistas. En esta entrada, trataremos de contaros un recorrido junto al río Tíber a través de los Lungotevere hacia el barrio del Trastevere de Roma.
Cuando nos planteamos escribir sobre Roma, casi abandonamos el proyecto. Nuestras vivencias son tantas, que tratar de condensarlas en una publicación simplemente no es posible. En esta tercera parte de una guía de viaje por Roma en 3 días, continuaremos nuestro segundo día, en que os contamos algunos imprescindibles en el Vaticano y su entorno más próximo, como es Castel Sant’Angelo. Continuaremos desde donde lo dejamos, en Ponte Sant’Angelo.
Índice de contenidos
Dada la extensión de esta publicación, hemos creado este Índice de contenidos para que te ayuden en tu viaje por Roma.
Continua la ruta desde el Ponte Sant’Angelo.
- Atravesamos el río Tíber.
- llegada a la Plaza del Oro e Chiesa de San Giovanni Battista dei Fiorentini.
- Disfrutando el Lungotervere.
Por el Lungotevere della Farnesilla.
- Casas y edificios interesantes a este lado del Tíber.
- La Villa Farnesina.
- El Palacio Corsini.
- Paso al Trastevere por la Porta Settimiana.
Por el Lungotevere dei Sangallo.
La Isola Tiberina
Información general sobre Roma.
Continuamos nuestra visita a Roma siguiendo el río Tévere
Una puntualización básica, el nombre del río en Italiano es «Tevere«, pero se pronuncia Tévere. Es esdrújula.
El río Tíber
La ciudad de Roma vive gracias al agua. Ya te lo contamos en al principio, cuando os hablamos de los acueductos que transportaban el agua a la ciudad. No obstante, en su fundación, el Tevere era la gran fuente de agua, aunque no era muy buena ya que la costa estaba más cerca de la ciudad y era casi un estuario, por lo que eran lagunas con aguas estancadas. Solo el agua buena del río permitió que se iniciara la ciudad.
Una de las zonas más activas de Roma, especialmente por la tarde, es junto al río.
Chiesa di San Giovanni Battista dei Fiorentini
Seguiremos desde el Ponte Sant’Angelo por la via del Banco di Santo Spirito. Se pasa junto a la Chiesa dei Santi Celso e Giuliano, otra de las impresionantes iglesias barrocas de Roma. En esta calle, un poco más adelante, se encuentra un edificio del siglo XVI que su simple fachada resulta impresionante. Se trata del Palazzo Alberini. Justo nada más pasarlo, si giráis a vuestra derecha, dejando este palacio detrás, os adentráis en Via dell’Arco della Fontanella, dejando una plazoleta alargada que desemboca en el Corso Vittorio Emmanuelle, una de las arterias principales de Roma.
Esta calle nos permite cruzarnos con el Corso Vittorio Emmanuelle y de lleno, tras dejar atrás unas paradas de autobuses, nos encontramos de frente con la fachada de una imponente iglesia. Es la Chiesa di San Giovanni Battista dei Fiorentini.
Esta magnífica iglesia es de por sí impresionante y no podemos más que recomendaros su visita. Pero es más, junto a ella, en uno de sus laterales, si es que aún os quedan ganas de seguir viendo museos, está el Museo di arte sacra San Giovanni dei Fiorentini. Este museo, que no es muy grande, posee en su colección obras interesantes y de gran valor artístico. Pero además, junto a la iglesia, organiza diferentes actividades culturales. Igual, lo que más os puede atraer es algún concierto de música clásica.
Vamos a ir hacia el río. Nos hemos dejado atrás el puente Vittorio Emmanuelle II, que una continuación del importante corso, pero nos encontramos con otro hermoso puente, como lo son todos los de Roma. Se trata del Ponte Principe Amadeo Savoia d’Aosta. Si se atraviesa este puente, volvéis a estar en la otra orilla del río Tíber. En este punto, igual tenéis que decidiros.
Atracciones del lungotevere
Antes que nada, hay que reconocer que no siempre están estas atracciones, pero generalmente desde Semana Santa hasta bien entrado el otoño, el clima de Roma en general es muy benigno, en el paseo bajo del lungotevere se monta una feria con puestos de todo tipo. Hay bares, restaurantes de comida rápida tipo foodtrucks, bares musicales, espectáculos de todo tipo.
La verdad es que es un buen plan de noche, si tenéis cuerpo después de pasar el día viendo museos y recorriendo Roma.
Esta feria mercadillo se prolonga a lo largo de este paseo hasta casi la isola tiburtina. Al pasar este puente, si vais por arriba, estáis en los límites del Estado Vaticano de nuevo; de hecho por ahí cerca está uno de los pasos fronterizos, la Porta Santo Spirito, tras esta puerta están los cuarteles de la Guardia Suiza del Papa.
Casas y palacios junto al río
No todo son monumentos, aunque en Roma, hasta una simple casa es preciosa, pues son todas construcciones centenarias; especialmente en el centro. En esta zona, destacaríamos una iglesia, que casi pasa desapercibida entre las construcciones vecinas, la Chiesa di San Giuseppe alla Lungara.
Y así, se llega a otro puente, donde tomar decisiones. No atravesarlo directamente nos adentra en Trastevere, aunque de llegar a la zona más animada, pasáis junto a algunas instituciones museísticas muy interesantes, aunque igual no son las más indicadas para este viaje. Ya advertimos que es imposible «comerse Roma en un único viaje».
Villa Farnesina
Este palacio del Cinquecento fue en su día una villa fuera de Roma, como una villa de recreo. Fue adquirida por el Cardenal Alejandro Farnesio, de ahí su nombre. Esta villa es visitable, y si os quedan ganas la recomendamos, aunque es opcional para un segundo viaje a Roma.
La construcción en sí está compuesta por un bloque central y dos pequeñas alas laterales. Lo que llama la atención de este palacio es su rica decoración, que fue rescatada por el diplomático español Salvador Bermúdez de Castro y Díez, I marqués de Lema, ya que se trataban de frescos de Rafael, Sebastiano del Piombo o Peruzzi.
De estas obras destacan los frescos de la Sala de Galatea y cómo Rafael, pintó un cielo, con pinturas de astrología que representan el cielo de la noche en la que nació Chigi, el propietario original de la villa.
En otra planta está una de las estancias más hermosas, la Sala de las Perspectivas, que juega con las ilusiones ópticas creadas con los frescos y que muestran Roma, a través de las columnas de mármol.
Este edificio no es de un gran tamaño, y lo más importante son los frescos interiores y los jardines privados de la villa, pero como una residencia de descanso, el contenido de este palacio museo puede resultar de menor importancia, si se compara con lo que os aconsejamos visitar en la Galería Borghese
Situación e información para tú visita
Palazzo museo di Villa Farnesina
Via della Lungara, 230.
00165 – Roma, Italia.
Horario de apetura:
Abierto de viernes a miércoles, de 10:00 a 19:00 horas,
Último pase de entrada a las 17:00 horas
Precio de la entrada:
Entrada normal: 15 €/persona.
Precio reducido: 12 €/persona.
Estudiantes: 10 €/persona.
Audiogía: 2€ – Visita guiada: 3€/persona.
Palacio Corsini
Frente a esta Villa, se encuentra este palacio, se trata de la Gallerie Nazionali di Arte Antica di Roma. Este es un museo para los verdaderos amantes del arte y la pintura, pues es muy grande y hay que tomárselo con fuerza. La muestra merece el esfuerzo.
Este es un edificio del siglo XV, que se asentó sobre otra villa como la anterior. Pero el resultado actual procede de una intervención seria realizada en el siglo XVIII. En este palacio residió la reina Cristina de Suecia, que al pasar al catolicismo, tuvo que renunciar al trono y exiliarse. Para su mantenimiento refinado, vendió a Felipe V de España gran parte de su colección de esculturas clásicas. Estas decorarían en el pasado este palacio. Las obras originalmente se destinaron en España al Palacio de la Granja, pero las que hoy vemos allí expuestas son réplicas, pues las originales están en el Museo del Prado.
La colección actual, que sirve como un museo nacional de arte antiguo de Roma, incluye obras de Gian Lorenzo Bernini, Caravaggio , Giovanni Baglione, Hans Holbein, Perugino, Nicolas Poussin, Giulio Romano, El Greco, Rafael, Carlo Saraceni, Tiépolo, Tintoretto y Tiziano.
Biblioteca dell’Accademia Nazionale dei Lincei e Corsiniana
Esta biblioteca es parte del mismo complejo. En ella se atesoran muchos importantes documentos, así como libros de incalculable valor. No obstante, en la mayor parte no están a disposición del público, salvo para personal acreditado.
La biblioteca Corianiana fue fundada por Tommaso Corsini y vendida como una institución académica al reino de Italia en 1883. El inicio de esta colección del saber se inicia en el siglo XVII como un lugar de encuentro de sabios y gentes de ciencias. No obstante, las dependencias son en sí una obra de arte.
Situación e información para tú visita
Via della Lungara, 10
00165 – Roma, Italia.
telf.: +39 06 6880 2323
Horario de apertura:
Abierto todos los días, menos los martes, de 8:30 a 19:00 horas,
Último pase de entrada a las 18:30 horas
Precio de la entrada:
Entrada al Palazzo Barberini y a la Galleria Corsini, 12€/persona.
Reducida, 2€/persona. Consultar condiciones.
Porta Settimiana
Avanzando un poco más por esta calle, llegamos a una puerta encastrada en los restos de una muralla. Esta puerta fue el acceso al último barrio de la Roma Imperial y el único a este lado del margen del río Tíber. Por tanto dejamos atrás la zona comprendida por la colina vaticana, que era una zona extramuros de la ciudad.
Al acceder a esta parte de la ciudad ya estamos en el bohemio barrio de Trastevere. Esta puerta es la única que se conserva sin retoques de las tres que tenía esta zona de Roma, las otras siguen existiendo, pero con grandes modificaciones o directamente reconstruidas desde cero. Esta muralla, que prácticamente se conserva completa fue construida en el siglo III por el emperador Lucio Domicio Aureliano, para proteger de la ciudad de los posibles ataques de los bárbaros que en esta época ya empezaban a acosar las fronteras del imperio.
Al otro lado de la puerta ya estamos en el Trastevere, por lo que, seguiremos contándoos el otro posible camino para llegar desde el Vaticano.
Atrevesando el río Tíber de nuevo
Si volvemos al punto donde os dimos a elegir, si cruzar el Tíber o seguir por esta margen, os vamos a contar otra posible ruta hacia el Trastévere por el otro margen; por la Roma más clásica.
Cruzando el puente Giuseppe Mazzini
Este puente une Lungotevere della Farnesina con el Lungotevere dei Sangallo; por donde veníamos. Este puente precioso sobre el río, como casi todos los puentes de Roma se construyó a principios del siglo XX.
Pasaremos este puente y regresamos a la Roma clásica. Iremos caminando por el lungotevere hasta la Via di Sant’Eligio, donde iremos a buscar una interesante iglesia para los españoles o personas de habla hispana. Entramos por esta calle, y en la segunda a la derecha, encontráis la Chiesa di Santa Maria in Monserrato degli Spagnoli.
Chiesa di Santa Maria in Monserrato degli Spagnoli
Todos, o casi todos los países, tienen una iglesia titular en Roma. Son antiguos hospicios y albergues donde se alojaban los peregrinos que visitaban Roma. Tradicionalmente los Españoles contaban con dos de estas iglesias/hospicios; debido a que tanto Castellanos como Aragoneses, regentaban y mantenían cada cual una.
Los Castellanos fueron titulares de la Iglesia de Santiago, que se encontraba en Piazza Navona. Esta iglesia fue cedida en el siglo XIX al ayuntamiento de Roma, que terminó desacralizando, hasta que de nuevo fue vendida a la Congregación francesa del Santo Cuore. El contenido fue trasladado a esta iglesia, que fue siempre la favorita desde época de la dinastía Trastámara, que reinó tanto en Castilla como en Aragón, y que siempre veneraron esta talla desde el siglo XIV, la Virgen de Montserrat.
Exterior de la iglesia
La fachada está dividida en dos cuerpos, diseñados y ejecutados en dos momentos distintos, por distintos arquitectos. Es sobretodo impresionante la portada principal, con una fachada retablos. El friso y la cornisa que separan los diferentes cuerpos son una obra de arte en sí mismo, con un impresionante conjunto escultórico de Giambattista Contini, realizado entre 1673 y 1675, con una representación naturalista de roca que encuadra el grupo de la Virgen con el Niño en acto de cortar la montaña.
Interior
En esta iglesia reposan los restos mortales de los dos papas de origen español de la familia Borgia; Calixto III y Alejandro VI; tío y sobrino. Estos reposan en una de las capillas laterales existentes. En sí misma, esta iglesia se articula en una única planta con tres capillas laterales a cada lado. La capilla principal está decorada con un fresco que representa el Sueño de la Virgen.
En la primera capilla de la derecha, se encuentran las sepulturas de estos Papas hispanos; aunque con una confusión entre tío y sobrino. Al otro lado, la segunda capilla está dedicada a la Virgen de Montserrat. En ella está una réplica de la original Moreneta, fechada en 1950. La primera capilla a la izquierda está dedicada a Santiago Apóstol, con una talla procedente de la antigua iglesia de Santiago, de Jacopo Sansovino.
Hacia la Piazza Farnese
Si vamos hacia el este, dejaremos atrás la Iglesia de Montserrat para ir por la via de Montserrat. Pasaremos por una plazuela, una de las tantas hermosas plazas pequeñas de Roma. Aquí hay dos interesantes iglesias, pero os aconsejamos seguir hacia la gran Plaza de Farnese. Allí se abre un amplio espacio rectangular, rematado en uno de sus laterales por el Palacio Fanerse. Un impresionante edificio renacentista del siglo XVI realizado para la familia Farnese.
Palazo Fanesse
Este impresionante palacio fue mandado edificar por el Cardenal Alejandro Farnesio, futuro papa Paulo III. Con su entronificación siguió construyéndose este palácio, aunque mayormente dedicado a ser la casa madre de esta impresionante familia nobiliaria. Tanto, que con los siglos llegó a considerarse una especie de edificio diplomático, al hacerse estados soberanos el Ducado de Farnesse y el Ducado de Plasencia, en el centro de Italia.
Esta mole de edificio se articula en torno a varias plantas, aunque la principal es la más impresionante, con su portada, que se remata por un balcón a la plaza. Este edificio es actualmente la embajada de Francia en Italia, por lo que no creemos que sea visitable en su conjunto. Si bien, en su interior hay estancias de reconocido valor por sus frescos y esculturas.
Piazza Farnesse
Esta plaza amplia y rectangular encuadra al palacio anterior. Sobre todo son impresionantes las dos fuentes, que son dos bañeras que se expoliaron de las Termas de Caracalla para servir de fuentes en esta plaza.
Piazza dei Campo de’Fiori
Esta plaza nace en las ampliaciones de urbanísticas de final de la edad media en Roma, ya que previamente fue una pradera que se llenaba de flores en primavera y era usada para pastar y donde se realizaban ferias de ganado. Se pavimenta en el siglo XV por orden del Papa Calixto III, con el objetivo de hacer crecer la ciudad por esta zona, generando nuevas parcelas urbanísticas, donde embajadores y cardenales de toda la cristiandad empiezan a edificar palacios.
Esta plaza se dejará para una feria de caballos que se celebraba dos veces a la semana, lugar de ocio, de encuentro y donde realizar actos públicos. Así, sus aledaños se llenan de tabernas y cantinas donde comer, beber o pernoctar. Incluso actualmente sus edificios están llenos de tascas y bares donde disfrutar de un clásico apperitivo italiano. Se cuenta la anécdota de que en esta plaza estaba la «Taverna della Vacca» una tasca que perteneció a Vannozza Cattanei; una de las principales amantes de Alejandro VI.
Pero quizás lo más sobresaliente sea el uso de esta plaza para ejecuciones públicas, especialmente de la inquisición romana. Esto se recuerda con una oscura escultura en el centro de la plaza que representa al filósofo italiano Giordano Bruno, que fue quemado vivo por hereje en 1600 por defender unas teorías cosmológicas que superaban al modelo copernicano. Proponía que el Sol era simplemente una estrella; que el universo debía contener un infinito número de mundos habitados por animales y seres inteligentes y un panteísmo que rozaba el politeísmo.
La visita a esta plaza
Esta bulliciosa y popular plaza es la sede de un mercadillo con frutas y alimentos frescos, ropa y tenderetes con casi de todo, incluso floristas que rememoran el nombre de la plaza. Pero por la tarde noche se llena de terrazas. Puede resultar agobiante en algunas épocas del año con gran número de turistas porque aunque grande, mucha es la gente que pasa por esta plaza.
Iglesia de los Santos Blas y Carlos ai Catinari
Saliendo de la plaza dei Campo di’Fiore por la calle Via dei Giubbonari llegaremos todo recto a la Iglesia de los Santos Blas y Carlos ai Catirani. Esta imponente iglesia se construyó sobre una iglesia previa del siglo XII demolida a finales del siglo XV. En el solar se edificó esta iglesia monumental en estilo renacentista tardío. Su interior es especialmente armonioso, si podéis visitarlo.
Sobretodo destaca su decoración pictórica. Que sin usar elementos costosos, usa trampantojos para parecer más ricamente decorada. A nosotros lo que más nos atraen de esta iglesia son las cúpulas, especialmente la central, sujetada con unas hermosas pinturas que representan las virtudes cardinales, y la decoración de la capilla mayor, con una Santísima Trinidad en Majestad, de un barroco muy elegante.
Piazza Benedetto Cairoli
Esta tranquila plaza se encuentra junto a la iglesia anterior. Igual no es muy monumental, pero después de un día muy bullicioso puede ser un lugar donde descansar y si veis una heladería, disfrutar un gellato. El Centro de esta plaza está decorado con una imagen de Federico Doda, un político y activista importante durante la unificación de Italia a finales del siglo XIX.
En esta zona se encontraba la antigua judería de Roma. Otros edificios interesantes próximos son il Palazzo Santa Croce, que actualmente es la embajada de Rusia en Roma y que se encuentra frente a la fachada principal de la Iglesia de los Santos Blas y Carlo ai Catinari; el Palacio de los Lores, archiconfraternidad Oratorio de Santa María Madre de la Divina Providencia, el monumento dedicado a Federico Doda.
Por la Via Arenula, hacia el Tíber
Saldremos por esta calle hacia el río Tíber. Atrás vamos a dejar una plaza muy importante; la Piazza Largo di Torre Argentina, pero que al ser restos romanos originales los vamos a encuadrar en la última entrada dedicada a la Roma más clásica. Es importante no obstante para esta publicación, porque desde aquí salen unos tranvías, tram que llevan al barrio del trastevere; la línea 8; o bien en bus, las líneas H, 780 y 781.
Por esta calle, pasamos junto al edificio, como no, monumental, del Ministerio de Justicia, y un poco más adelante, llegamos al Tíber nuevamente. Para cruzarlo, lo haremos por el Puente Giuseppe Garibaldi. Un puente que posee un apoyo en la isla romana en el Tíber; la Isla tiburtina.
La Isola Tiberina
Esta será la última parte de este recorrido hacia el Trastevere. Esta isla es muy especial. Es la isla habitada, de forma permanente, más pequeña del mundo. Fue famosa en época romana por albergar en ella el Templo de Esculapio, el dios romano de la salud y la medicina.
Las leyendas sobre esta isla
Es curioso como una parte tan atractiva posee muchas leyendas de malos augurios en su origen romano. Parece ser que durante la monarquía romana, en sus incipientes orígenes, uno de los reyes más nefastos, fue asesinado y su cuerpo arrojado al río. Era tan despreciable, que sobre su cuerpo se fue acumulando arenas y sedimentos que dieron lugar a la isla. Otra leyenda indica que los primeros romanos, para rechazar a este rey, tiraron trigo al río, que poco a poco fue creando por sedimentación la isla.
El caso es que esta isla tenía una mala fama, y se evitaba por parte de los romanos, hasta que no fue consagrada al dios de la salud, Esculapio.
Breve historia
Esta isla finalmente fue habitada y por su capacidad de aislarse de la ciudad, sirvió como hospital, hospicio o lugar donde realizar cuarentenas. Igualmente, sirvió como fortaleza de algunas grandes familias nobiliarias romanas durante la edad media. Finalmente, en ella se construyó un monasterio franciscano, que sirvió como su origen, como un hospital. En el año 1900 se habilitó una parte como hospital israelí, que todavía sigue en uso, mientras que otra parte alberga al Hospital de San Juan de Dios; además del monasterio.
En la actualidad, y especialmente en primavera y en verano, es típico ver festivales, eventos y conmemoraciones en las explanadas de la isla.
Los puentes
La isla Tiburtina está conectada a Roma por dos puentes. Uno lo conecta con la Roma clásica, el Puente Fabricio que es original de época romana y sin apenas cambios que conecta la isla con Roma; y el Puente Cestio, que fue coetáneo con el anterior, pero que a finales del siglo XIX fue desmantelado y reconstruido con gran parte de los materiales originales, pero ya no exactamente igual. Este puente fue el primero que conectó la isla con el barrio del Trastevere.
Este puente, junto al Ponte Milvio y al Ponte Sant’Àngelo, son unos de los que más han sufrido la moda de los candados para “sellar” el amor entre jóvenes y adolescentes.
Esta moda se popularizó por secuela de la novela para adolescentes de Federicco Moccia, “Tre metri sopra il cielo”, -“Ho volgio di te-, y que gracias a las adaptaciones cinematográficas se ha popularizado por casi todo el mundo. Esto, aparentemente bonito llega a suponer una sobrecarga en las barandillas de los puentes que amenaza su integridad. Aunque romántico, no lo aconsejamos.
En época romana, existió un tercer puente, que si bien no tocaba la isla en sí, estaba muy próxima. Lo que podéis ver actualmente es un resto de un puente romano caído por una avalancha de agua.
Il Ponte Rotto
Este puente es de época romana antigua y conectaba Roma con la Vía Aurelia, una de las calzadas romanas más importantes de época imperial. Fue construido en mampostería, con piedras sillares bellamente decorados. Por alguna razón esta construcción tenía problemas estructurales en la cimentación, que hizo que con las grandes crecidas del Tíber, el puente se viniera abajo una y otra vez. La última vez en 1598, decidiéndose finalmente no renovarlo y dejando en pie el único arco de los 6 que llegó a tener para cruzar el río, adquiriendo el popular nombre de asumiendo Ponte Rotto.
Y dejando atrás la isla Tiberina, nos adentramos en el bullicioso barrio del Trastevere por esta otra ruta.
Información relativa a Roma
¿Cómo llegar a Roma?
Como en otras publicaciones, lo normal es llegar a Roma directamente en avión, aterrizando en cualquiera de los dos aeropuertos internacionales existentes. Ciampino, para aerolíneas de bajo coste; y Fiumicino, para aerolíneas convencionales.
También se suele llegar desde circuitos en transporte por carretera o ferroviario. En tren la estación más importante es Roma Termini; aunque cada vez hay más cruceros que llegan a Ostia, el puerto internacional de Roma, y luego se trasladan por carretera.
¿Dónde alojarte?
Roma posee una amplia red de alojamientos, de la gran cantidad de visitantes que acoge. Hay hoteles, hostales, B´n´B,.. que es casi imposible no encontrar alguno que se ajuste a tus necesidades. Aunque nosotros tratamos de ir siempre al Hotel Donatello, junto a Termini, también hemos estado en Residenza Dei Principi, en Piazza Del Viminale. Un lugar muy céntrico y elegante, aunque algo más caro.
No obstante, elige la opción que mejor se adapte a tus necesidades, las opciones son muchas.
¿Dónde y qué comer?
Es casi imposible recomendarte un lugar dónde comer en Roma; hay para todos los gustos. Al final, y casi aunque no quieras, es una ciudad en la que casi todos los restaurantes del centro suelen estar orientados al turismo. No obstante, ya que partimos desde el Castel Sant’Angelo, te comentamos que busquéis en la plaza que se encuentra detrás, Piazza Cavour. Allí está la Corte Suprema di Cassazione, un edificio del estado lleno de funcionarios, que suelen saber sitios buenos y baratos donde comer.
No obstante, y pensando más en la gastronomía. Para comer, no recomendamos aquellos que ofrezcan pizza a mediodía, porque es un plato para la noche, salvo en Nápoles.
Y delante de una carta de un restaurante o trattoria (que son restaurantes más modestos), ¿Qué pedir? A nosotros nos gustan los platos típicos de Roma o de Lazio, que pueden ser, los clásicos Spaghetti Carbonara, que se hacen con una mezcla de huevo batido y queso pecorino romano, que es un queso de oveja salado; y pimienta negra recién molida.
También muy típicos son unos spaghetti all’Amatriciana, unos spaghetti con panceta; Saltimbocca alla romana, que es un filete de ternera o cerdo aderezado con hojas de salvia; Coda a la Vaccinara, que es un rabo de vaca guisado con tomate; Trippa alla romana, que son una especie de callos; y carciofi alla romana, que son unas alcachofas estofadas.
Y si queréis algún vino, cualquiera de estos vinos italianos, pero uno típico de la región es el blanco verdecchio, similar a los vinos de blancos de Rueda de la variedad verdejo.
En la siguiente publicación os contaremos qué se puede hacer en este bohemio barrio de Roma. Si habéis seguido la guía completa de Roma, es posible que estéis muy cansados; y aun así, no habréis visto más que una parte muy pequeña de la ciudad eterna, pero,.. Es imposible ver Roma en un único viaje; y menos aún vivirla.