Siempre hay ciudades que sorprenden, que no son lo que te esperas. Pues esto ocurre con Cuenca. En esta publicación encontrarás una guía para visitar Cuenca siguiendo nuestra experiencia descubriendo otras facetas de Cuenca que, pudimos conocer de primera mano gracias a los amigos de Cuenqueando.
Índice de contenidos
Para que te sea más fácil y útil esta publicación, hemos preparado este índice de contenidos. Como siempre, pinchando sobre cada apartado, puedes ir directamente a esa parte de la publicación.
Antes de salir de Huete:
Visitar la ciudad de Cuenca:
- Vista de la ciudad desde los miradores de las Hoces del río Huécar.
- Castillo de Cuenca y puertas originales de la ciudad.
- Los Ojos de mora.
- Iglesia de San Pedro.
- La leyenda del Cristo del Pasadizo.
- La Posada de San José.
- La iglesia Catedral de Cuenca.
- Seguimos la ruta por la Plaza Mayor.
- Las famosas Casas Colgantes de Cuenca.
- El Puente de San Pablo.
- Los Rascacielos de Cuenca.
- Otros puntos pendientes de visitar.
La catedral de Cuenca:
- Fachada de la Catedral.
- Visita al interior de la Catedral.
- Otros puntos de interés de la Catedral.
- Información general para realizar una visita guiada a la catedral.
Información general para visitar Cuenca:
- ¿Cómo llegar?
- ¿Dónde alojarte?
- ¿Dónde comer?
- ¿Qué hacer en Cuenca y a los rededores?
- Breve contexto histórico de la ciudad.
Esperamos que este índice y esta guía para visitar Cuenca os sea de utilidad y os animéis a visitar esta ciudad tan mágica.
Preparando el viaje
En una publicación previa os hablamos de una visita a Huete, la capital de La Alcarria conquense. Estas visitas estuvieron organizadas en un fin de semana, en el que hicimos noche en el Hotel Casa Palacio Conde de Garcinarro. Al día siguiente, continuamos junto a nuestros compañeros de Castilla y León TB en la ciudad de Cuenca, donde disfrutamos de una visita guiada que nos dejó con ganas de repetir otra vez.
Empieza el día, conociendo las minas romanas de Lapis Specularis
Aunque no pudimos estar presentes, pues tuvimos que ausentarnos, los compañeros de viaje de CyLTB visitaron muy cerca de Huete las abandonadas minas romanas de Lapis Specularis.
De estas minas, los romanos extraían el mineral cristalizado para la realización de ventanas; tal era la calidad, que Plinio el viejo, hablaba de estas minas en los siguientes términos, – “el mejor lapis specularis de todo el Imperio estaba a 100.000 pasos alrededor de la ciudad de Segóbriga.
El complejo consiste en dos minas, ambas son de fácil acceso para todos los públicos. La primera cueva posee una singular iluminación de las estancias, que otorga un carácter casi mágico al preciado material. La segunda cueva muestra el sistema de explotación, en forma de galerías que convergen en un espacio central. Para su acceso es necesario el uso de casco y linterna, que se incluyen en la visita.
Información de interés
Minas romanas de Lapis Specularis
Carretera Huete-Saceda del Río CM310 – a unos 10 km. desde Huete.
Horario de visitas:
- Sábados y domingos de 10:00 a 11:30 horas.
Se realizarán pases guiados a las 10:30, 11:00 y 11:30 horas.
Para visitar estas minas, se recomienda realizar una reserva anticipada online. El coste de las mismas es 3,60 €/persona.
Desplazamiento a Cuenca para verla desde sus miradores
Como creíamos que no llegaríamos a tiempo, no pudimos disfrutar tampoco de esta parte, aunque nos contaron que la ciudad de Cuenca, por su singular situación, cuenta con una serie de miradores puestos a lo largo de las hoces del río Huécar.
Así, los más próximos a la ciudad son, el mirador del Barrio del Castillo y el mirador del Rey, pero hay muchos más a lo largo de la carretera CU9141, que es la prolongación de la Calle Larga.
Viajando desde Madrid, se llega a Cuenca en poco más de una hora y media, todo el tiempo por autovía, así que nos unimos al reto de viajeros tras visitar los miradores. Nos encontramos en el parking de la Calle Larga, en la parte alta de la ciudad, aunque nosotros hicimos tiempo en otro, junto al río, en el parking junto a la ribera del río, frente al Auditorio.
Ojo, en Cuenca aún existe la vieja costumbre de “los gorrillas”, individuos caraduras que cobran un impuesto revolucionario por “cuidarte” el coche en un parking o en la calle. Lo mejor es tener algunas monedas de poco valor, o un euro, preparado. Por si acaso
Guía para realizar una visita a Cuenca en un día
Una vez juntos en la parte alta, nos unimos a una visita a la ciudad de Cuenca. A priori, al nombrar Cuenca, el turista promedio solo se vienen a la cabeza una idea, las Casas Colgantes; y para los más avanzados, La Ciudad Encantada. Durante nuestra corta visita, descubrimos que para nada esto es así; Cuenca en un día es un maratón, y aun así, no permite sacarle todo lo que hay.
Bueno, ya vimos Huete y la comarca de la Alcarria conquense; y Segóbriga, y próximamente Uclés. Ahora, vamos a conocer un poco mejor esta ciudad.
Visita a la ciudad, vamos a intentar ver lo máximo de Cuenca en un día
Nuestra visita, fue una visita guiada dirigida por Víctor Huertas, de Receptivo Cuenca. Un apasionado de Cuenca; tanto de la ciudad como de su entorno.
Pero la ciudad de Cuenca, no se ve en un solo día. Son muchas las cosas que hay que ver. Apenas vamos a dar un repaso súper rápido. No vamos a incluir todos los detalles, porque entonces, nunca acabaríamos de contarte lo que vivimos, y solo fue un poco de todo lo que hay.
El Castillo de Cuenca
Nuestra visita a Cuenca se inició a las puertas de Cuenca, en los restos del Castillo. Se asienta sobre la original alcazaba andalusí, aunque actualmente no se conservan más que una unas pocas ruinas, consistentes en un torreón, dos cubos cuadrados y una poco del lienzo de muralla de la ciudad, donde se encuentra el Arco de Bezudo, que era la puerta de la ciudad. El actual es una reconstrucción del siglo XVI sobre el original del siglo IX.
Mucha gente sube a las torres del castillo. En lo que fuera el patio de armas, hoy un jardín ha tomado su lugar.
Los ojos de la mora
Una vez dentro del recinto de la ciudad, mirando hacia la parte inferior de la ciudad, a la derecha vemos unos ojos gigantes pintados en medio de unas “murallas” naturales de piedra. Por la caprichosa disposición de la naturaleza, se asemeja la zona a la parte visible de un rostro tapado por un Nikab o velo musulmán que solo deja visible los ojos del rostro de la mujer.
Bajamos por la ciudad
Una cosa curiosa de Cuenca es que, debido a su peculiar orografía, toda la parte alta es una única calle con casas a ambos lados; Después de estas casas, los cortados barrancos sobre los ríos Júcar y Huécar, que hacen de murallas naturales.
Esta calle se llama Calle de San Pedro, ya que en su parte alta se encuentra la iglesia parroquial de San Pedro. Una interesante iglesia de planta octogonal, que a los amantes del misterio no se les pasará por alto este dato, ya que este tipo de planta está íntimamente ligada a las órdenes militares de los Templarios y a los Hospitalarios.
Iglesia de San Pedro
Esta iglesia es de planta octogonal, como os hemos indicado. Se construye sobre una mezquita previa, siendo uno de los primeros templos cristianos de la ciudad. El actual edificio es barroco del siglo XVIII, que sustituye a la fábrica original. Esta iglesia está íntimamente ligada a los misterios y leyendas de la ciudad, ya que la presencia de los templarios está presente.
En su interior hay una preciosa cúpula que sujeta una linterna elevada que permite la entrada de luz. También posee un precioso artesonado mudéjar de gran calidad. Durante la Guerra Civil sufrió grandes daños, por lo que tuvo que ser restaurada posteriormente. Es posible que, por este hecho, la iglesia actual carezca de grandes frescos. Pero su blancura actual, también le da una gran luminosidad.
Situación:
- Plaza del Trabuco (Ver en un mapa)
16001 – Cuenca
Horario de visitas:
- De martes a sábado, de 11:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas.
Domingos de 11:00 a 14:00 h.
Fundación Antonio Pérez
Pero justo antes de llegar a esta iglesia, para los que disfrutan con el arte contemporáneo, no pueden dejar pasar una parada en la misma plaza, donde se encuentra la Fundación Antonio Pérez, que en un edificio renacentista del siglo XVI, ha creado un importante museo de arte moderno, donde además se realiza una interesante actividad cultural.
Se accede por una bajada junto a la iglesia de San Pedro. Nosotros no llegamos a entrar en este edificio, y solo lo conocemos por la explicación de Víctor.
Situación:
- Calle de Julián Romero, 20 (Ver en un mapa)
16001 – Cuenca
El Pasadizo del Cristo
Llegamos por las rondas hasta una zona despejada, y justo ahí tenemos que pasar debajo de una casa, por un pasadizo. Lo curioso de este lugar es, la presencia de un cristo encerrado. En este lugar se respira magia y misterio, incluso sin saber que es el paraje de unas de las leyendas de Cuenca.
-“Se cuenta de que en este paraje se daban cita dos jóvenes enamorados, pero él, de menor condición social se enrola en el ejército para buscar fortuna. Tras dos años de victorias, regresa a ver a su amada, y en su lugar se encuentra con otro pretendiente. Enzarzados en duelo, nuestro enamorado pierde píe, lo que aprovecha el advenedizo para dar una estocada mortal. Ella, nuestra enamorada, pide ayuda a gritos, por lo que el advenedizo trata de huir por el castillo, dando un gran salto. Pero no lo consigue y se despeña.”-
Miradores sobre las hoces del Huécar
Siguiendo por esta ronda, pasamos por dos miradores abiertos sobre el río Huécar. Se trata de los miradores de Pintor Víctor de la Vega, el de Julian Romero y el de Florencio Cañas. Ofrecen preciosas vistas sobre la hoz de este río, donde en su parte más baja, aún se conservan las huertas de los conquenses.
La Posada de San José
Así se llega a un emblemático edificio. Antiguo Colegio de San José. Este establecimiento es lugar lleno de historia, fue edificado en el siglo XVII. El actual edificio es la superposición de varias construcciones sobre una cornisa de la hoz del Huécar. Esta casa palacio, hoy es una posada, donde comer, tomar algo o alojarte.
Y además disfrutar de una de las mejores vistas sobre la hoz. Se conserva, casi en su integridad, y su estado es casi el original. Se pone de ejemplo como casón de la época, que ha llegado hasta nuestros días. Aunque la portada es un perfecto estilo herreriano, en su interior se encuentran restos de vigas de origen medieval e islámico.
Este edificio fue propiedad del yerno y colaborador del pintor de cámara Diego Velázquez, al que solía visitar y donde solía tomar inspiración para sus cuadros. De hecho, se dice que uso una de las estancias para diseñar el fondo del famoso cuadro de Las Meninas. Aunque posee ciertas semejanzas, nosotros no terminamos de creer esta teoría, a la vista de ambas estancias. Más adelante, fue sede al Colegio de Infantes de Coro de la Catedral de San José, de donde toma el actual nombre.
Y es un buen sitio para tomar algo
Nosotros además de visitar algunas estancias, aprovechamos para hacer un descanso y tomar algo, en la taberna. Tuvimos la suerte de coincidir con la feria de los pucheros, por lo que con nuestro vino, procedente de la DO. Uclés lo maridamos con una cazuelita de un guiso al estilo peruano; o al menos nos recordó a nuestra experiencia en Perú.
Y también lo es para descansar
Pero esta Posada es también un perfecto lugar para descansar y hacer noche en Cuenca. Las estancias son muy variadas, conseguimos ver algunas. Y la verdad es que, aunque conservan los muros originales del siglo XVII, la posada sigue siendo acogedora. Puedes realizar Reserva en la Posada San José, en el enlace
Situación de la Posada de San José
- Posada de San José
Ronda Julián Romero, 4 (Ver en un mapa)
16001 – Cuenca
Ruinas de la Iglesia de San Pantaleón de Jerusalén
Saliendo de un buen rato, contando historias Víctor sobre su ciudad, salimos de la posada por la calle que se abre justo de frente a la fachada principal. Esta es la calle San Pedro, aunque es la continuación de la calle del Trabuco, donde dejamos la Iglesia de San Pedro. Justo un poco antes de acabar la calle, que se abre a la plaza mayor, a nuestra izquierda se abre un solar. Son las ruinas de la Iglesia de San Pantaleón de Jerusalén.
De aquella iglesia, con todas las leyendas que trajeron consigo los templarios en el siglo XIII no queda prácticamente nada; solo unas ruinas. Son unas ruinas que en días de sol aprovechan los locales contiguos para montar unas terrazas. Ya que poseía un callejón, hoy mucho más abierto, nos metemos por él para llegar a la calle donde estaba la posada. Bajaremos por ella para parar junto a uno de los laterales de la Catedral.
Justo donde se llega a la esquina hay un solar. En este solar debió haber una casa, hoy totalmente desaparecida, usada para dejar motos, unos bancos donde sentarse, y donde unos gatos, tomaban el sol. Nos sirve para ver como son los patios de los diferentes edificios antiguos de Cuenca. Ya veremos su historia.
La Catedral de Cuenca
Este es el punto posiblemente más importante de Cuenca. Junto a la Catedral de Ávila, son las dos primeras catedrales góticas de España. El contenido y curiosidades que tiene esta magnífica construcción no lo vamos a incluir aquí, porque ni en una única entrada cabría.
Daremos unas pinceladas generales, y os recomendamos visitarla, a ser posible, de forma guiada, puesto que la complejidad y cantidad de cosas interesantes es abrumadora.
Empezando por su historia. Es una de las primeras construcciones góticas, esto hace que a lo largo de la historia tenga muchos añadidos. Ya la fachada llama la atención, puesto que se ve inacabada. Esto es porque de la fachada gótica original nada queda, ya que sufrió una reforma en el siglo XV, de una calidad, se dice que cuestionable.
A lo largo del siglo XVI, se ampliaría esta Catedral, gracias a los recursos económicos asociados a la lana, como os indicamos a inicio. Esto hace que se ejecuten capillas, que se desdoblen las naves laterales, que crezca la girola… Esto tuvo consecuencias, ya que los muros iniciales estaban preparados para ser de carga, pero al abrirse nuevas naves y capillas, los pilares sin apoyo de los muros sufran bastante. Esto provocará inestabilidades en el templo.
La Fachada principal
A este catedral, como se puede observar, le falta una torre campanario y está inacabada, ¿Dónde está el campanario? Bueno, a inicios del siglo XX, debido a la inestabilidad de la construcción, el terreno, que no deja de ser un cerro, y el viento, hizo que se cayera, destrozando el solar que hemos dejado al lado antes. De este campanario original, tan solo quedan los cimientos. Se le encargó al arquitecto Vicente Lampérez su reconstrucción. Pero en lugar de realizar esta, demolió la segunda fachada, para rehacerla en un estilo más similar a lo que se suponía que era lo original, en un estilo neogótico. Este estilo estaba de moda.
Como suele ocurrir en estos casos, la falta de recursos económicos, las guerras y vicisitudes del convulso siglo XX español y los diferentes criterios para la reconstrucción hicieron que quedara en el estado actual. Según los planes originales, esta fachada debería parecerse a la Catedral de Reims.
En este proyecto, se remataría en los laterales de la actual fachada, dos torres gemelas subirían hasta finalizar en dos agujas, recordando en este caso a la Catedral de Colonia. De momento no se continua, porque no hay un criterio integral de la arquitectura que ha de prevalecer, por lo que los fondos se siguen invirtiendo en rehabilitar otras partes de la iglesia, como el Claustro, de Juan de Herrera y algunas otras capillas de singular importancia.
En el interior de la Catedral de Cuenca
El interior de la Catedral de Cuenca destaca por ser diferente a lo que esperas, si solo te has fijado en la fachada. Resulta amplia, luminosa, espaciosa, y es que como te hemos dicho, esta catedral fue ampliada en varias ocasiones. Aunque si solo nos pudiéramos quedar con un adjetivo, sería luminosa.
Las vidrieras de la Catedral
Las vidrieras de esta catedral merecen un apartado propio, porque, aunque se conservan vidrieras medievales, las mínimas. El origen de estas se reparte a lo largo de la historia. Aunque posiblemente las que más pueden llaman la atención al visitante son las vidrieras del claristorio que están iluminando el transepto, la doble girola y la Capilla Mayor, donde se encuentra el Altar Mayor, dedicado a Santa María y San Julián de Cuenca.
Estas vidrieras son de arte abstracto, de inicios de este siglo. Pese a ser arte contemporáneo, los juegos de luces son interpretaciones metafóricas del libro del Génesis, en cuanto a la creación, y como Jesucristo termina culminándola, como Luz del Mundo. La disposición de las vidrieras y su relato luminoso hace que la luz vaya atravesando el interior de la iglesia, iluminando diferentes partes.
Nosotros tuvimos la suerte de ver la luz entrando por un rosetón del transepto, incidiendo sobre la reja de la capilla mayor en un juego de luces impresionante.
Los ángeles del Triforio
Otro detalle interesante, son los ángeles que decoran le triforio, el pasillo que bordea la nave principal, en el segundo cuerpo de la nave. Son añadidos no originales; cada cual es distinto. Pero sobre todo es curioso uno, que se está riendo y resulta muy gracioso. El tercero por la izquierda desde la puerta principal.
Capillas y salas que nos han impresionado
No vamos a parar en ninguna, para no alargar más este relato. Pero os aconsejamos tomaros el tiempo de ir visitando una a una las capillas y dependencias de esta Catedral.
Posiblemente las más impresionantes, para nosotros son, la sacristía y las dependencias abiertas en la segunda girola, tales como, La Capilla de los Muñoz, con su singular artesonado mudéjar. La Sala Capitular y la Sala Honda. Un salón con un artesonado también mudéjar, aunque parece extraño,.. está muy bajo, pero es porque esta sala originalmente bajaba (y baja) más. Se ha realizado un segundo piso, ya que había muchas escaleras que bajar. Ahora queda el techo demasiado cerca.
Otros puntos que nos impresionaron
Por sus singularidades, nos atrajo un arco en el brazo del lado del evangelio del transepto. Es un arco renacentista de unas líneas muy depuradas. Por él, se accede de la Iglesia al claustro, de estilo herreriano.
Pero, otra cosa que nos pareció “rara”, aunque si no eres muy seguidor del mundillo del misterio, igual no crees, hay puntos de “poder”. Tanto positivos, como negativos.
Los encontramos, uno, justo de frente al altar mayor, debajo justo de la torre cimborrio; y el segundo, ligeramente desplazado del eje de simetría, en la Capilla Nueva de San Julián. Vale, no sabemos qué son, ni por qué, pero se siente algo. No podemos definirlo. En el primero una especie de crecimiento, y en el segundo como algo que te hunde y te desequilibra. Si alguien tiene alguna teoría, que nos deje un comentario.
Vimos muchas más cosas, como subir al triforio por las torres laterales de la fachada. Se sale a la fachada, luego se vuelve a entrar, para descender por la otra torre lateral, muchas capillas, el coro, el altar mayor,.. Tienes que ir y disfrutar con la historia y el arte de esta Catedral viva.
Información para visitar la Catedral de Cuenca
La visita a esta catedral gótica es totalmente esencial en una visita a Cuenca, pues es un punto muy importante de la ciudad.
Catedral de Cuenca
Plaza Mayor, s/n
16001 – Cuenca
Horarios de visita: Domingos a las 13:00 horas.
Coste de la entrada: 12 €/persona.
Tiempo estimado de la visita: 1 hora.
Es recomendable adquirir las entradas de la visita guiada a la Catedral de Cuenca de forma anticipada. Podéis hacerlo online. Totalmente recomendable e imprescindible.
Seguimos viendo la ciudad paseando por la Plaza Mayor
No sabemos cuánto tiempo pasamos visitando la Catedral de Cuenca; tuvimos la fortuna de poder pasar varias horas. Y es que, una visita guiada con Víctor, no se hace pesada. Cuando salimos, era la hora de comer, incluso pasada. Decidimos comer en un restaurante de la Plaza Mayor. Fue un menú del día, correcto en el precio y de una calidad, decente. Esta plaza es muy bonita, porque las casas están pintadas sus fachadas en diferentes colores, con los marcos de las ventanas en blanco.
El origen de esta costumbre tiene varias leyendas e interpretaciones. Las fachadas de las viviendas, os daréis cuenta que, están inclinadas, pero es lógico, puesto que estamos sobre un promontorio, y de esta forma se gana estabilidad, adaptándose a la roca sobre la que se asientan.
La plaza mayor se remata en su lado sur con el ayuntamiento, por el que se pasa bajo él por toda una serie de arcadas. El edificio estaba en rehabilitación en el momento de nuestra visita. Excusa perfecta para regresar a Cuenca.
Dejamos esta plaza, preciosa en su irregularidad, pues es de forma casi triangular y en cuesta. Bajamos guiados por Víctor hacia la calle Obispo Valero, así pasamos por varias calles de Cuenca llenas de encanto. Pasamos por el Museo del Tesoro de la Catedral, que es un edificio clásico de impresionante fachada.
Seguimos la ronda
Así llegamos a la Travesía Clavel, ahora una zona abierta, llena de terrazas con el buen tiempo, y donde ya paramos hace unos años a tomar algo. Vamos buscando una callejuela peatonal que lleva la Plaza Ciudad de Ronda, y desde ahí al pasaje de las famosas Casas Colgantes. Por el lado interior, no llaman mucho la atención, pero atravesando el pasadizo bajo ellas, se sale a un adarve, o paso de ronda de la ciudad medieval, hoy adaptado como acceso a la ciudad.
Las Casas Colgantes, o Casas Colgadas
Probablemente lo más emblemático de la ciudad, aunque no lo único, como hemos visto. Indicaremos que no son colgantes, si no, Casas Colgadas. Actualmente solo se conservan estas tres. En el pasado fueron más, pero se derruyeron por una mala conservación. Incluso fueron sede del ayuntamiento de la ciudad.
Hoy, una es un mesón, y las otras dos acogen al Museo de Arte Abstracto
Este paso de ronda, se conoce como calle de los Canónigos, pues era de paso obligado desde el Monasterio de San Pablo, hoy Parador Nacional de Turismo.
Puente de San Pablo
Este puente de hierro es de la escuela de Eiffel. Se construyó en 1902, para sustituir al original de piedra, que con el tiempo se derrumbó. De hecho, la estructura de metal se agarra a los pilares de piedra del puente original. Si tienes miedo a las alturas, no lo atravieses, puesto que, en su punto más alto, se está a 44 metros sobre el cauce del río Huécar.
Este puente se usaba para que los habitantes del monasterio no tuvieran que bajar hasta la unión de los ríos y volver a subir las cuestas hasta la Catedral. El original puente data de 1533. Lo mejor de atravesarlo es que es desde donde posiblemente existan las más hermosas vistas de las casas colgadas.
Regresando por él, y llegando al pasadizo de las casas colgadas, se dice que, en la zona de la roca descubierta, estuvo anteriormente una edificación pequeña exteriormente. Fueron las cárceles secretas de la Inquisición,.. pero no hagáis caso. Es pura leyenda.
Los Rascacielos de Cuenca
¿Rascacielos? ¿En Cuenca? ¡Si no se ven!! Pero sí. Como en otras poblaciones erigidas sobre un promontorio, hay edificios que a un lado tienen 2 ó 3 alturas, pero al otro muchas más adaptándose al terreno.
En ese aspecto, en el siglo XIV y XV, los conquenses del Barrio de San Martín, alcanzaron récords no batidos hasta el siglo XX, puesto que hay edificios que en la puerta de la calle parecen tener solo 4 plantas y ático, pero en la otra fachada, llegan hasta los 12 y 15 niveles. Auténticos rascacielos, ¿verdad?
Otros puntos pendientes de visitar
Pese a dedicar prácticamente todo el día a visitar la ciudad de Cuenca, y eso que parece pequeña, no fuimos capaces de ver más que una parte. Nos faltaron innumerables iglesias y palacios. Y ya no hablamos de museos, entre los que destacaríamos, el Museo de la Semana Santa, el Museo de Arte abstracto, aunque el edificio es una aberración en el lugar que está, el Museo de Cuenca, y el Museo de Paleontología de Castilla-la Mancha-Tierra de Dinosaurios.
La Plaza de Mangana
Esta plaza no la llegamos a ver, y tan solo nos hablaron de ella. En época de la reconquista albergaba un alcázar defensivo. De aquella construcción no queda nada, salvo la Torre Mangana, que era parte del alcázar, pero integrada en la muralla defensiva. Esta plaza se ha urbanizado para su uso moderno, pero dejando a la vista, los restos de los cimientos y algunos muros de la fortaleza árabe.
En esta plaza, parece estar el Monumento a la Constitución, de Gustavo Torner, un artista conquense muy valorado y querido en su ciudad natal. Otros restos localizados son una antigua sinagoga del barrio judío.
Museo Paleontológico de Castilla la Mancha
Igual un dato no tan conocido es que, Cuenca es una zona famosa por la cantidad y calidad de los yacimientos de dinosaurios hallados; de hecho, aquí se ha documentado una especie única que lleva el nombre de Cuenca en su denominación; el Concavenator.
En otra visita que nos complementó a esta, vistamos y descubrimos este Museo Paleontológico de Cuenca, que se sitúa coronando un cerro en la zona moderna de Cuenca.
Museo Paleontológico de Castilla la Mancha
Calle del Río Gritos, 5 (ver en un mapa independiente)
16004 – Cuenca
Telf.: +34 969 271 600
Podéis conocer nuestra experiencia en este museo, ideal para una escapada familiar y complementando la visita a Cuenca, en nuestra publicación sobre esta institución.
Información general para visitar Cuenca
¿Cómo llegar?
La ciudad de Cuenca está relativamente bien comunicada, especialmente por carretera con Madrid, aunque le falta un mayor número de conexiones con otras provincias; ya que la autovía A40 parte desde la autovía A3, pero no va más allá de la ciudad.
Desde hace años, está conectada con la red de alta velocidad, en su corredor Madrid-Barcelona con varias conexiones diarias, aunque a un precio que puede ser elevado.
¿Dónde comer?
Como ya te hemos comentado en la publicación, hemos comido en los bares restaurantes de la zona de Plaza de Mayor. Son los típicos menús de turistas. Correctos, a un buen precio, aunque sin pena ni gloria.
No obstante, en otras ocasiones hemos comido en la Posada de San José, un lugar que no es económico y del que hay es aconsejable reservar porque suele estar muy concurrido. En un sitio que nos gustó mucho fue en las afueras de Cuenca, en restaurante La Hoz, del Hotel Cueva del Fraile. Los compañeros de La Mesa del Conde lo contaron muy bien.
¿Dónde alojarte?
Ya que Cuenca no está perfectamente conectada, es recomendable pasar varios días y de paso visitar la zona de Cuenca, porque es preciosa. Desde la Ciudad Encantada, en la Serranía de Cuenca; o incluso saltando a Teruel, que es una preciosidad también.
Bien, nosotros nos hemos quedado en el Hotel Ch Hostal Victoria. Un hotelito bien situado, cómodo. Y al no estar en meollo del centro histórico, más tranquilo. No obstante, nos encantaría alojarnos en alguna ocasión en la Posada de San José, o en el Parador Nacional de Turismo, sinónimos de calidad.
Y por supuesto, siempre está la posibilidad de alojarse en Huete, en el Hotel Rural Casa Palacio Conde de Garcinarro; un edificio histórico de gran valor.
¿Qué hacer en Cuenca? Actividades recomendables
Por supuesto, la ciudad tiene muchas cosas interesantes que no deberías dejar pasar. Por supuesto, la visita guiada a la ciudad; aunque también podéis hacer una reserva de un free tour por Cuenca.
Pero dadas las cosas que hay para ver, si sois de verlo todo en la ciudad, os recomendamos adquirir un bono todo incluido, visita guiada y entradas. Y si no lo sabías, Cuenca es una de las ciudades más románticas, especialmente de noche, con gran cantidad de leyendas. Existen tours nocturnos a la ciudad de Cuenca, aunque para hacerlos, aconsejamos hacer noche.
Desde Cuenca, también salen varias excursiones organizadas. Las dos más conocidas son la que permite disfrutar de la Ciudad Encantada o la escapada para visitar Uclés y el yacimiento romano de Segóbriga; dos lugares de los que puedes conocer también en nuestro blog. Uclés y su monasterio, el «Escorial» de la Mancha; y Segóbriga, la «Pompeya» manchega.
Breve historia de Cuenca
Daremos una serie de pinceladas sobre la historia de la ciudad. Esto es necesario para comprender mejor todo lo que vamos a visitar.
Lo primero que se piensa, al llegar al mirador del castillo, en la parte alta de Cuenca es, -“¡Qué bello lugar!, un lugar en alto, entre las hoces de dos ríos, con unas veredas fértiles, seguro que ha sido habitado desde siempre”-. Pues nada más alejado de la realidad, pese a que la ciudad es fácilmente defendible, al solo tener un verdadero punto de acceso, que es donde estamos, con dos ríos que proporcionan agua, y unas vegas fértiles para tener granjas y huertos con los que alimentarse. Pues en la zona, hubo asentamientos arévacos, tres ciudades romanas, pero nunca se han encontrado restos de asentamientos en Cuenca.
El primer asentamiento humano, realizado por los árabes
Por tanto el primer asentamiento humano fue ya durante la ocupación musulmana de la península. Los árabes del Al-Ándalus construyen la primera fortificación, cerrando el puente natural a la ciudad mediante una fortaleza a la que llaman Qūnka o Kūnka. Esta fortaleza da seguridad y se establecen en la ciudad los primeros bereberes africanos, que terminarían creando la dinastía Banu Di-l-Nun, que gobernó la Taifa de Toledo en el siglo X, la de Valencia, por un corto periodo de tiempo en siglo XI.
Al disolverse el Califato de Córdoba, la ciudadela de Cuenca queda al amparo de la Taifa de Toledo. Cuando los Almorávides invaden la península, el rey de la Taifa de Sevilla pide auxilio al rey de León, pero este ejercito conjunto es derrotado en Uclés, en 1108. Esto hace que la ciudad sea tomada por los almorávides.
La conquista por parte de los cristianos
Pero finalmente, Alfonso VIII de Castilla sitia la plaza y termina rindiéndola en 1177. Tras su entrada, redistribuye la población por barrios, creando un barrio para judíos, otro para musulmanes y dejando el resto para la población cristiana, organizado en parroquias. De esta forma, aunque juntos, las tres culturas nunca estuvieron mezcladas ni revueltas. Esto es importante, porque al pasear por el casco histórico, no se encuentran diferencias al pasar de un barrio a otro. Alfonso X concedió el título de ciudad en 1257, lo que significaba que podía construirse una Catedral. Aunque durante la Edad Media las tropas aragonesas sitiaron en varias ocasiones la ciudad, nunca más cambió de manos.
Y poco a poco nos acercamos al presente
La ciudad en la baja edad media y en la edad moderna se transformó en un importantísimo centro de tratamiento de la lana, ya que innumerables rebaños de ovejas centralizaban en Cuenca los talleres de tratamiento de las lanas manchegas, de una gran calidad.
A partir del siglo XVIII, la ciudad entrará en decadencia poco a poco. Los franceses la saquearán en varias ocasiones, igualmente por los carlistas. Durante la Guerra Civil no la toca apenas, más allá de unos importantes disturbios al inicio, y una rápida rendición en 1939. El gran despertar de Cuenca llega a finales del siglo XX, al ser redescubierta (y autodescubierta) por el turismo, y más aún, al reconocimiento como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
Y hasta aquí, que ya es bastante, nuestra experiencia en Cuenca, la ciudad de las leyendas de Castilla la Mancha. Nos falta mucho por conocer, solamente en esta ciudad, por eso, sabemos que volveremos. Y de hecho, hemos vuelto.
Si nos han faltado muchos detalles, no es no querer contarlos, es en mayor parte por no alargarse más. Invitaros a visitar esta ciudad; tiene muchas cosas que descubrir, y si queréis, os animamos a que nos hagáis comentarios ampliando la información, o sugiriendo cosas por ver en nuestra próxima visita.
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Buenos días.
Leyendo el artículo a fondo, y viniendo de una publicación especializada en turismo (tal y como reza la descripción), es una lástima comprobar como se contratan los servicios de un guía NO OFICIAL para la ciudad de Cuenca, sin que ello tenga mención o haga que ustedes (o usted) no reclame a la empresa contratante por esta actividad que, tal y como figura en la Ley de Turismo de C-LM, está considerada intrusismo laboral y es, por tanto, ilegal. Y a nivel de usuario que contrata estos servicios, una estafa.
Seguramente, a poco que ustedes entiendan cómo funciona el sector turístico, tendrán muy claro cómo este tipo de actividades afecta a la calidad de los servicios turísticos, directa e indirectamente.
Comprendo, lógicamente, y más allá de su experiencia, que la mención de esta actividad con esta persona forma parte de su cometido como creador de contenidos para su página web, pero también es una forma de promoción de la actividad ilegal que esta persona ha venido realizando de manera tan continuada.
Por poner un ejemplo, he leído en su artículo que, haciendo referencia a la Torre de Mangana, ha comentado que es una torre que perteneció al antiguo Alcázar árabe. Esto es directamente falso: la torre es del siglo XVI, cristiana, de cuando ya no existía ni el Alcázar ni la antigua Judería.
No es de recibo que los visitantes de Cuenca sean, en nuestra opinión, estafados con este tipo de actividades, por lo que siempre tratamos de advertir a las personas de lo que está ocurriendo, animándolos a contratar los servicios de un guía oficial, si no ya en Cuenca, sí en otras ciudades que visite en un futuro.
Los que nos dedicamos a que el turismo de Cuenca se desarrolle en aras de una mayor calidad turística, en todos los ámbitos que ello engloba, no podemos más que advertir y denunciar en la medida de lo posible este tipo de actividades ilegales. Estamos desvalidos por la propia autoridad «competente» que es (o debería ser) la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Por eso, cada vez que, como es el caso, se hace promoción de este tipo de actividades (o empresas que las realizan), nuestro deber es, al menos, ponerlo en conocimiento del usuario.
Sin más, concluyo este texto, no si antes advertirle de un detalle a corregir en su artículo, lárgamente aludido: el nombre de los edificios más famosos de Cuenca, no es Casas Colgantes, sino CASAS COLGADAS, originalmente Casas del Rey.
Gracias por su tiempo (y paciencia habiendo leído hasta aquí) y esperamos verles de nuevo en Cuenca muy pronto.
Un saludo.
Estimado Fernando:
Hasta donde sabemos, la empresa que nos hizo de guía, Cuenqueando, son guías oficiales. No obstante, este artículo, se completa con información que se busca en guías y otros documentos. Por muy buena memoria y anotaciones que se tomen, resultan del todo imposible plasmar de una única vez todo lo que una ciudad como Cuenca, tiene que ofrecer. De hecho, tenemos pendiente regresar, pues es mucho lo que hay. Tanto que sorprende y lo recomendamos.
Dicho esto, puede haber información que, al querer condensar para hacer un artículo interesante y práctico, podemos o bien mal interpretado o directamente equivocado. Estamos encantados de rectificar y mejorar cuanto, haga falta.
Sobre la mención a las famosas «casas colgantes», como se indica, NO es el verdadero nombre. Así viene indicado, son casas colgadas. ¿Por qué incluir la denominación errónea? Pues porque para la inmensa mayoría de la gente, desconoce el nombre correcto, y hemos preferido guiarles hasta ahí con la denominación errónea, que es la que están buscando y una vez centrados, hacer saber que son eso, «Las Casas del Rey», «Las Casas Colgadas» y que eran más de las que actualmente se conservan. Que es lo realmente importante desde mi humilde punto de vista.
Dicho lo cuál, si para la próxima visita a Cuenca, que la haremos en cuanto nos sea posible, está disponible, no nos importaría disfrutrar nuevamente de la ciudad, «de la mano» de otro guía oficial.
Un saludo.
Hola. Os invitamos a nuestra casa en el corazon del casco antiguo de Cuenca.
Nos encantara enseñaros lo preciosa que es nuestra ciudad y su provincia.
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@mirandoacuenca.es